Llueve

sábado, 31 de enero de 2009

Llueven bombas

para los hombres sin dientes

llueven bombas

para los esqueletos sin manos

siembran minas

para los niños sin piernas

cae la noche

para los hombres sin esperanza.


Llueven mentiras

para los hombres sin mente

llueven mentiras

para la gente sin alma

siembran imágenes

para las almas sin dueños

cae la noche

para los gordos de occidente.


Llueven trajes negros

para las carnes acurrucadas

llueven esquelas de plata

para los inocentes

siembran discursos

para los supervivientes

cae la noche

para la propaganda.


Llueven fotografías

de héroes

llueven fotografías

para los amantes de los héroes

siembran cifras

para la televisión

cae la noche

sobre la honestidad.


Que tonta es la gente

viernes, 30 de enero de 2009

Llevo un ratito escuchando una vocecilla Homeriana dentro de mi cabeza que repite sin cesar, me aburro, me aburrooo, me abuuuuurrrrooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Pero justo después de esa vocecilla, ha venido otra que dice, estoy harta, estoyyy harrrtaaa, estoy haaaaaarrrrrrtaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Y es que sí, no puedo más, quiero quemar la empresa, quiero manda a la mierda a los clientes imbéciles, redomadamente inméciles, que estoy teniendo esta tarde eterna.

Y no es cosa mía, a mi izquierda oigo:- a la mierda!!!!, a la derecha:-este tío es tonto!!!!!

Es viernes por la tarde, estamos cansados, hemos tenido un día con mucho trabajo, falta gente y sobre todo, los clientes son tontos.

Hay empresas que creen que le pueden dar un ordenador a cualquiera y que encima, las cosas van a salir bien, pero eso no es cierto, no salen bien y luego es culpa de todos menos del empleado incompetente, que no escucha, que no se entera.

Pero lo peor no es que la gente sea tonta, que lo es, lo peor, es que no son conscientes de que lo son, que se explican para las profundidades de su ignorancia y no los entiende nadie, y no, lo peor no es que se expliquen mal y sean tontos, lo peor es que encima de tontos y de que no se explican son prepotentes, y eso, eso, es demasiado esta tarde.

Prepotente, puede ser alguien que controla, alguien, que cómo mínimo, sabe lo que es el Escritorio, que diferéncia entre programa en SU puñetero ordenador y página Web en internet, que conoce la diferencia entre navegador y sistema operativo.

Pero una persona que después de 10 minutos aún no ha sido capaz de encontrar el Escritorio a pesar de que se le ha explicado por activa y por pasiva, alguien que no encuentra un departamento específico aunque le hagas un mapa con todas las palabras de la enciclopedia Espasa, esa persona, no tiene, ni tendrá nunca, derecho a ser prepotente.

Y además, es que el prepotente, se permite el lujo de no escuchar, de cortarte mientras hablas, de ser desagradable, sobrado, cínico, hiriente...

En el mundo hay tantos imbéciles, por qué, de no llamarles imbéciles, depende el sueldo de muchos aguanta imbéciles, que sino...

Deja que desaparezca

A veces me pongo filosófica, cómo todo el mundo, por otra parte, e intento hacer algo con todas esas cosas que supuestamente aprendí para ser mejor persona.

Trato de pasar mis malas experiencias por el cedazo de esas enseñanzas, seguramente para que escuezan un poco menos, o para creer que han servido de algo.

A veces me sirve y realmente, termino sintiendo que eso es cierto.

Otras sin embargo, siento una punzada de rebeldía interior y me digo que me estoy mintiendo, que sólo es un engaño, que el dolor duele y que no hay nada que pueda cambiar eso.

Últimamente estoy en eso, en curar algunas heridas, o más que heridas, escoceduras sobre heridas antiguas, heridas complejas, heridas arquetípicas.

La confianza es una flor delicada, de cuidados complicados, de crecimiento lento y está amenazada por muchas plagas distintas, la desidia, la deshonestidad, la falsedad, la traición...

Confiar en otra persona es un acto de fe, es cierto que antes de confiar en alguien, le pides ciertas garantías, que parezca fiable, honesto, buena persona...esas cosas, sin embargo a la hora de la verdad, sirven de poco.

De todo esto, de la experiencia de la traición, quiero decir, trato de saber qué es exactamente lo que más me duele, y por definición, lo que me afecta.

No es que hayas dejado entrar en tu vida a una persona que decía ser lo que no era, no es que hayas explicado cosas más o menos íntimas, más o menos comprometedoras a una persona que no era de fiar, no es que hayas sentado a tu mesa a alguien que no te quiere bien y se aprovecha de lo que sabes para lastimarte.

Para mi, lo peor, es haber creído que a esa persona le importas, que esa persona te aprecia, que cuidará de ti cuando lo necesites, que te apoyará cuando todos los que te rodean no lo hagan, que tirará de tu mano para que te levantes cuando tropieces. En realidad, en lo que invierte su tiempo es en hablar mal de ti, en desvelar cuales son tus puntos vulnerables, en burlarse de tus debilidades, en criticar tu modo de ser.

Esa persona que creíste amig@, no lo es, hace ver que nunca lo fue, que nunca estuvisteis cerca, que nunca hubo un tiempo en que os contábais cosas que no sabía nadie más.

Y no, no es una sola persona, o una persona concreta, son todas esas personas que actuaron de la misma manera durante toda tu vida, son esas personas que defraudan por qué su calidad moral no da para más.

Cómo me escuece, trato de verlo de otra manera, trato de ponerme zen y me digo:

Gracias a todas esas personas que con sus traiciones pusieron a prueba mi templanza.


Gracias a todas esas personas que con sus traiciones me permitieron demostrarme a mi misma que la venganza no es mi estilo, a pesar de que a veces sentí que debía serlo.

Gracias a todas esas personas que con sus traiciones me hicieron descubrir, quienes eran de verdad mis amigos.

Gracias a todas esas personas que con sus traiciones me hicieron reflexionar sobre mi misma y mi los principios que quería que rigieran mi vida.

Gracias a todas esas personas que con sus traiciones, al final, se alejaron de mi vida, antes de haberme podido lastimar de verdad.

No siempre siento que escuece menos, pero saber que a pesar de todo, no me rebajé a lo mismo que ellos, me hace sentir mejor.


Correos me da miedo II

jueves, 29 de enero de 2009

Cómo lo prometido es deuda, os voy a contar mi segundo encuentro con la empleada X, que tuvo lugar exactamente 6 días después del primer encuentro.

Esta vez llegué con un aviso para dos paquetes, ambos certificados, ya que mi cartero, que no es el único cartero competente de correos, ha decidico hace ya algún tiempo, que no sólo no trae los paquetes cuando reparte (deja el aviso directamente aunque estemos en casa), sino que tampoco deja un aviso por paquete utilizando la formidable técnica de que cuando lleguen varios paquetes ya dejaré UN aviso para todos ellos.

Nunca pensé que dejar un aviso, sólo un aviso, pudiese ser tan agotador cómo para que tener que juntar varios...

Allí estaba ella, atendiendo, y yo, allí estaba, esperando y pensando:
-Igual no me atiende ella...y si me atiende, no volverá a pasarme lo de la semana pasada, sería muy mala suerte...¿¿¿¿¿no?????

En ese preciso momento, a cuatro números de mi turno, se me acerca un señor, probablemente paquistaní, que lleva rato mirando una carta que tiene en la mano, la mira de cerca, la mira de lejos, le da la vuelta...eso me preocupa un poco, por qué si la gira del revés, esperando entender algo, es que probablemente no entiende ni papa de lo que pone y entonces pasa, se activa el factor Endercitaestoyaquíparaayudarle, es una especie de imán que tengo para la gente, no sé por qué.

Así que el señor de la carta me dice:
-perdona, me puede decir que pone la carta?

Y yo, que soy muy amable, cojo la carta y empiezo a leerla, en estas, que al señor le llaman y empieza a hablar por teléfono, yo esperando a que termine y los turnos que van pasando...al final el señor cuelga y le comento que lo que dice la carta es que cómo no pague el préstamo que pidió lo van a denunciar por la vía judicial, el señor que no entiende nada de lo que le dice y yo que se lo explico del derecho y del revés, hasta que llega mi turno y zas!!! le digo que lo siento, que me toca y me precipito a toda prisa hacia la catástrofe Correística protagonizada por la empleada X y por mi misma.

Presento mi papelito, la empleada X busca y busca y busca y busca, y no, no halla, así que pasa al segundo paquete, ese sí lo encuentra, es una caja grande, así que es fácil de encontrar, pero el otro paquete, nada de nada.

Para intentar ayudar le comento que no es una carta, más que nada por qué lleva 10 minutos largos mirando y remirando en las cubetas de cartas, si no más bien un paquete, pero insiste en eso de que ES una carta auque venga cómo un paquete, conversación que ya tuvimos el otro día y que me resulta incomprensible, por qué insiste en el estatus del envío, CARTA y yo insisto en la apariencia del paquete, PAQUETE, o sea, que además de todo, es corta de entendederas, por qué encima, sigue buscando en la cubeta de las cartas.

Pasados unos minutos, unos cuantos, se va a la fotocopiadora, le saca una fotocopia a mi justificante y me dice:
-Dame tu número de teléfono y ya te llamaremos cuando encontremos el paquete...

La verdad es que yo no doy crédito a lo que oigo, otra vez no, no puede ser que otra vez no encuentre el paquete...
-Perdona, pero el otro día no encontrabas el paquete y al final estaba sobre la mesa tan ricamente, así que no, no me voy, quiero mi paquete ahora.

La empleada X, sorprendida me dice:
-¿Ya viniste el otro día a por este paquete?

-No, el otro día vine a por otro, este es nuevo y está aquí y me lo quiero llevar.

La empleada X no se da por vencida:
-Ya, pero es que tú me has visto buscarlo y no lo encuentro...

-Sí, lo he visto, pero te digo que el paquete está y que sigas buscando, que me lo quiero llevar.

Sí, sé que suena mal, pero yo al menos no chillaba, la estupenda empleada X ya estaba chillando cual marrana el día de la matanza.

Muy a regañadientes, sigue buscando, pero no, no lo encuentra, debe tener algo que ver con el hecho de que siga buscando en las cubetas de cartas, cuando a estas alturas, ya todos sabemos que NO es una carta, sino un paquete...pero la empleada X es más avispada de lo que parece a simple vista, una compañera novata, novata, novata, que pasa por ahí escucha sus palabras cabreadas emitidas por lo bajini y le pregunta que qué le pasa, la empleada X, ultrajada por el hecho de tener que buscar un paquete que según ella es inencontrable, le explica lo sucedido y no sé muy bien cómo, le encasqueta la búsqueda del paquete a la compañera novata. Buena jugada, empleada X!!!

El resultado, sin embargo, no es muy halagador, al cado de 5 minutos la empleada novata, me pide el teléfono para llamarme cuando lo encuentren.

Le repito que no, que no me voy sin el paquete, que hagan el favor de dejar de buscar una carta, que es un paquete.
Ella me dice:
-Es que ya te lo hemos buscado dos personas y no está.

Yo, respirando hondo le digo:
-Pues que me lo busque otra persona, pero yo no me muevo de aquí sin mi PAQUETE.

Parece que surge efecto, la empleada novata recurre al empleado Y, sí, el obstinado, el persistente, el lento pero seguro, ese mismo, y procede a imitar a la empleada X, le encasqueta vilmente la búsqueda del PAQUETE inencontranble.

Por un lado me deprimo, el empleado Y tiene unos cuantos justificantes más en la mano, así que va a tardar un poco, pero por otra parte, el empleado Y, es muy obstinado, igual encuentra el paquete, por qué del único empleado competenete de Correos, ni rastro...así que el empleado Y es mi última esperanza hoy!!!

Pasan los minutos, y el empleado Y va buscando sus paquetes, hasta llegar al mío, y cómo no podía ser de otra manera, el empleado Y, ese, ese, el persistente, el insistente, invierte sus 10 minutos largos en encontrar mi paquete, es cierto que repasa las cubetas de las cartas unas cuantas veces, pero más cierto es aún, que busca muy acertadamente, en el armario de los paquetes, y cómo todos sabemos ya, es un PAQUETE y no una CARTA, así que finalmente, encuentra mi PAQUETE, por otra parte, 10 minutos largos no son nada si lo comparamos con la media hora que debió de tardar el último día que estuve allí.

El empleado Y, que ya está harto de mi paquete, de la empleada X que le chilla a cada momento y de la vida en general según parece por la expresión de su cara, se acerca entre triunfante y asqueado al mostrador, lanza el paquete con fuerza sobre el mostrador y exclama:
-Hala, el paquete de marras!!!!

No hay palabras para describir la sarta de blasfemias que mi delicada boca hubiese soltado en ese momento, pero mi sentido innato de la educación me impidió hacerlo...eso y saber que con el temperamento que tengo, si empiezo lo mismo termino sacando del cuello a alguno de los efectivos empleados de Correos y me tiene que venir a buscar la policía...

Así que mi consejo para todos aquellos que sufren y padecen a Correos, es que tengáis en cuenta que para Correos TODO es una carta, pero que cuando lo que recibes no es una carta (cubeta) o un paquete grueso (armario), puedes tener un problema, ya que he comprobado que el problema que tienen es que al no ver la referencia en el lateral de la caja no lo encuentran, en los dos casos eran paquetes que no eran cajas (sobres de burbujas) y eso, queridos usuarios de Correos, es casi una garantía de que te pidan el teléfono para llamarte cuando encuentren el puto paquete, que seguro está en el armario de certificados, pero que cómo no se ve a la primera, no han sabido encontrar.

Continuará...(o no)

Correos me da miedo

miércoles, 28 de enero de 2009

Hoy quiero a hablar de Correos.

Por desgracia, la oficina de correos que me toca, es la central de mi ciudad.

Eso, que en un principio podría ser una ventaja, es sin duda un inconveniente, por qué están de trabajo hasta las orejas y cómo no, el usuario lo acusa y de qué manera...

Desde que empecé a ir a esta oficina, hace algunos años ya, han pasado por sus mostradores muchos empleados, algunos de ellos ni los recuerdo y a algunos otros, no sólo los recuerdo, sino que sueño con ellos; pesadillas, desde luego.

De todos los empleados que pasaron por allí, hay uno solo competente.
Uno????? a que parece poco...Pues no es poco, después de tratar con los zoquetes de sus compañeros, prometo que uno se antoja una cifra maravilloosa, mágica, mística, redentora...uno, hay uno que se entera, hay uno que encuentra los paquetes, hay uno listo!!!!

Cada vez que tengo que ir a recoger un paquete rezo desde el día anterior para que me toque ese y sólo ese funcionario, que me mira con cara de resignación cada vez que llego con un pollo ajeno, con cara de lástima por mi y con cara de son mis compañeros, no puedo hacerle nada...

Este viernes tengo que ir a correos y tengo miedo.

En el mes de enero he ido dos veces, con los siguientes resultados:

-Esperando un paquete que consta cómo entregado y a mi no me han dejado ningún paquete!!!

Me presento en correos, con mi número de referencia del paquete, es un certificado.

Me atiende X.
X es una empleada reciente que busca mi referencia en el ordenador y que efectivamente, ve que consta entregado. Le comento que a mi nadie me ha entregado nada, así que me explique que ha pasado, ya que cuando recibes un paquete Correos te hace firmar un impreso conforme lo recibes, le pido que mire ese impreso para ver si lo ha recibido otra persona.

Lo que me contesta: - ese documento nosotros no lo vemos.
¡¡¡¿¿¿???!!! pues entonces para que leches me lo haces firmar y para que sirve si no lo puedes recuperar??????

Seguimos, la empleada X, que no tiene ni repajolera de que hacer en estos casos, le pregunta al empleado Y, el empleado Y, lleva unos 10 minutos largos buscando un paquete, aún no lo ha encontrado, hay que reconocer que no es un lince encontrando paquetes, pero al menos, es obstinado, a falta del único empleado competente, me pido este para que me atienda, por fi, por fi, por fi.

La empleada X decide preguntar al empleado Y qué puede hacer, el empleado Y la ignora 1, la ignora, 2, la ignora hasta 3 veces, en este punto la empleada X estalla en gritos, a pesar del blindaje, se oyen sus gritos perfectamente, el empleado Y, finalmente le dice que se coja tal listado y compruebe uno a uno los paquetes entregados.

En ese momento veo claramente que se avecinan problemas y que mis posibilidades de salir de Correos con mi paquete, van mermando a cada segundo que pasa. Respiro hondo y sigo esperando.

La empleada X ya sabe que hacer, pero no sabe cómo, no encuentra la puñetera lista de entregas, así que insiste y vuelve a preguntarle al empleado Y dónde consigue esa lista. El procedimiento es parecido al anterior, insistencia, gritos, malas maneras...

Cómo resultado de todo ello, la empleada X, se acerca a la ventanilla y me dice:
-perdona, pero ahora no te puedo buscar el paquete, pásate después...

Sudores fríos, latidos acelerados, adrenalina subiendo, subiendo, subiendo, uno, dos, tressssss:
- ¿y por qué no me lo puedes buscar ahora?

Empleada X:
-por que no!

Yo, ya bastante mosqueada:
-perdona, pero por qué no no es una respuesta...

Lo siguiente no lo voy a trascribir pero os hago un resumen; intercambiamos algunas frases más sobre su cometido laboral, sobre el hecho innegable de que yo no iba a moverme de allí hasta que encontrata mi paquete y un largo intercambio de pareceres más, dónde a cada minuto que pasaba la empleada X mostraba más claramente que pensaba que yo estaba al servicio de Correos y no al revés.

Ante mi negativa de irme, la empleada X, muy irritada y a gritos me dice que tendré que esperar a que llegue un compañero que se encarga de este tema.
Nótese la gran educación de la empleada X, que grita y grita, desde luego, toda una profesional, amable y competente.

Espero unos minutos, un par o tres, con un cabreo monumental, mientras el empleado Y sigue buscando el paquete perdido...debe llebar ya cómo unos 20 minutos...y entonces, aparece él, si él, es él, el empleado que se encarga de estos temas es el único empleado competente de la central de correos, que suerte, que potra, después de 20 minutos al fin, alguien que sabe qué hacer, alguien que sabe encontrar paquetes, alguien que en definitiva, se gana el sueldo!!!!!

La empleada X le cuenta el suceso al empleado competente, él asiente y le dice:
-Has mirado encima de la mesa? os dije que miraráis el paquete encima de la mesa cuando esto pasara...

La empleada X, que NO había mirado ni encima de la mesa ni en ninguna parte, le dice que no. El empleado competente se acerca y me dice:
-Me dices la dirección?

Ya está, nada más, sólo necesita mi dirección, el nombre ni me lo pide, está casi seguro, se la doy y pasa lo inexplicable, lo fantástico, lo maravilloso...vuelve con mi paquete, sí, 60 segundos, eso es lo que le ha llevado encontrar el puñetero paquete.

Me lo da y me dice que lo de que está entregado es un error y que no pasa nada, que aquí está mi paquete, al fin, mi preciado paquete en mis manos, no me pide ni el Dni ni nada, está claro que me conoce, por qué es él, el inigualable, el único, el irrepetible, ÚNICO TRABAJADOR COMPETENTE de correos!!!!!!!

Por cierto, cuando me marché, el empleado Y seguía buscando el paquete perdido...

Otro día os cuento mi segundo (des)encuentro con la empleada X.

Invierno

martes, 27 de enero de 2009

Invierno,
soberano de la oscuridad y la quietud, sume mis gritos en silencio y ayúdame a encontrar un camino que lleve al amanecer, manda al viento para que me lleve hasta dónde estas pesadillas terminan y pueda saltar al vacío para despertar y encontrarme de repente, bañada por la luz del sol.

Deja que el calor derrita la escarcha en mi pecho, deja que la rabia se funda surcando ríos que guíen mis pasos hasta el mañana dónde entender, que no había elección.

Invierno,
posa tu helado beso sobre mi frente, y hazme olvidar todas las mañanas que perdí buscando, lo que nunca me iba a ser dado, todas las palabras que encadenaron nuestros destinos, todos los minutos que malgasté intentando parar el tiempo.

Deja que el llanto bañe mi cara, y pueda, al fin, abrir con mis vacilantes pasos, la senda que ha de llevarme a mi destino.


Probando, probando

lunes, 26 de enero de 2009

Es lo que estoy haciendo desde el sábado que compramos una nueva cámara.

Me he vuelto loca buscando las opciones de macro hasta descubrir que cómo ahora las cámaras son tan chulis, llevan casi una veintena de maneras de sacar fotos y en algunas de ellas, para escenas de cerca o muy cerca, ya lleva la macro incorporada.

Descubrir el funcionamiento de una máquina, tiene su complicación, sobre todo si eres cómo yo, que primero lo toca todo y ya muy al final, a eso de meses después de tener el artilugio en cuestión, se decide a echarle un ojo a las instrucciones.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y de hecho, en la era digital, las imágenes son muy importantes.

Los móviles han de llevar cámara, la gente tiene una cámara digital por persona, se tienen blogs dónde colgar fotos, etc.

Sería lo mismo un viaje de vacaciones a otro país o ciudad sin una cámara de fotos? Probablemente no.

Justo en nuestro último viaje, yo me planteaba la posibilidad de quedarme sin poder hacer fotos en algún momento y he de reconocer que me recorrió un escalofrío sólo de siquiera imaginarlo.

A mi me gusta sacar fotos, creo que es evidente, tengo un blog sólo de fotos y otro dónde al menos el 50% del contenido es gráfico, pero sacamos fotos para inmortalizar el momento o vamos a los sitios sólo para hacer fotos?
Hay momentos dónde una gran multitud se concentra sobre un mismo punto, probablemente estén sacando fotos cual nipones desaforados en una especie de frenesí apocalíptico, para rápidamente ir corriendo al próximo sitio dónde sacar un montón de fotos y así hasta terminar la ruta, la batería o la capacidad de la memoria.

Ayer mientras estábamos en el zoo, pude ver muchas escenas de estas, multitudes sacando fotos a las gracias de los animales, todos a la vez, con una especie de urgencia que los impulsaba a sacar esa última foto antes de huir del lugar, abruptamente, cómo si de repente el animal allí presente hubiese caducado y los fuese a alcanzar con su tufo de ya no soy lo más cool de los últimos 10 minutos de la vida del zoo.

Pero qué busca la gente exactamente en las fotos? Que importancia puede tener venirte de un lugar con mil fotos si no has disfrutado para nada del momento vivido? Deben mirar las fotos y preguntarse qué demonios es este lugar, cuando van pasando las fotos de lugares en los que no estuvieron pero si fotografiaron?

Sólo cuando te quedas lo más a solas posible en un lugar, en silencio, observando, vas a poder decir que has estado allí.

Sólo cuando tratas de imaginar cómo era todo antes de que tú estuvieses allí, podrás darle un sentido al hecho de que hayas ido hasta allí.

Sólo cuando eres humilde y sabes que eres nada ante los miles de años de esas piedras, podrás vislumbrar la emoción de la eternidad.

Y de que te sirve haber ido hasta allí, con una buena cámara, haciéndote muchas fotos en cada lugar, poniendo tu mejor sonrisa, si no te diste ni un minuto para recordar, si no quisiste mancharte las manos apoyándolas contra los ladrillos de las paredes agrietadas, sino quisiste agacharte para hundir tus manos en la tierra y sentir su cálido latido inmutable, sino quisiste mirar al cielo preguntándote si en ese mismo lugar tal día de otoño muchos otros lo miraron, cómo tú estás haciendo en ese momento.

El poder de las imágenes a veces nos convierten en huéspedes de nuestras vivencias, cuando deberíamos ser los dueños de cada latido invertido en vivir.




Me gustan los animales cursis

domingo, 25 de enero de 2009

Esta mañana, hemos ido al zoo con unos amigos.

Habría mucho que debatir sobre lo necesario, lo correcto y lo ético de los zoos, pero para la mayoría de personas, es la única manera de acercarse a animales, que de otro modo, jamás vería más que en la tele.

Desde luego, hay cosas que hacen que a uno se le salten las lágrimas a poco que sea sensible, cómo las instalaciones de algunos felinos, que son tan pequeñas que "la casa de mi abuela es más grande que esta jaula" cómo ha dicho un muchacho mientras observaba a la pantera negra.

Todo esto venía a cuenta del impacto que tienen los animales sobre las personas, es una cosa que nunca deja de sorprenderme.

Los seres humanos somos muy déspotas con el reino animal, sabemos y en consecuencia, actuamos, que estamos por encima de ellos, cualquiera tiene asumido que un animal es inferior a una persona, sin embargo en un zoo, lo que más veces puedes ver y oír, es a alguien tratando de humanizar a los animales o resaltando la aguda inteligencia que demuestran, habitualmente por qué te están pidiendo comida.

O sea, que somos superiores pero en cuanto vemos a un animal, nos matamos por descubrir su inteligencia oculta y rápidamente les encontramos rasgos absolutamente humanos; ese osos tiene cara de tristeza, aquel mono está helado, se le nota, ese león se aburre...

A mi, me gustan los animales cursis, no lo puedo remediar, los pandas, los koalas, los delfines...ponme un animal cursi y allá que voy a mirarlos un rato.

Y si vas a ver los delfines, verás otra cosa curiosa, a las personas las vuelve locas el afecto animal y los delfines, son muy afectuosos, vaya, que sólo les queda salir de la piscina, que vengan, te den un abrazo y te pregunten; -hola, que tal estás?

Los delfines tienen debilidad por los niños, se les plantan delante y les hacen carantoñas, también les gustan las parejas de novios, les hacen más caso que al resto de personas, dan vueltas y vueltas y se paran justo delante con esa expresión, que realmente parece una sonrisa y se quedan un rato.

Yo pongo mi mano contra el cristal y siempre obtengo mi recompensa, un gran delfín siguiéndola, apretándose contra ella, cómo si realmente la pudiesen sentir, un gran delfín plantado allí delante, mirándome y emitiendo esos sonidos agudos, que vete a saber que te estarán diciendo, dándome un poco de eso, cariño animal, regalando piruetas, algo de su tiempo y atención.

Y en ese momento no puedo menos que preguntarme, seguro que somos nosotros los que venimos de visita al zoo o son ellos los que vienen a visitar personas?



No me acostumbro

sábado, 24 de enero de 2009

No me acostumbro es una canción de El Último de la Fila.

Ni siquiera recuerdo cuando fue la primera vez que la escuché, pero sé que hace mucho de eso.

Seguramente la primera vez que la escuché, no reparé en su letra, pero más tarde, cuando me independicé y era la canción que escuchaba justo antes de salir de fiesta, nuestra canción de guerra por llamarla de alguna manera, me di cuenta de lo que decía.

Tenía 20 años y la seguridad de que aún no era adulta, a pesar de que en suerte, me había tocado un pasado complicado y la adultez había llegado a mi vida con muy pocos años en forma de responsabilidades absolutamente desproporcionadas, responsabilidades de otros, de todos, vivencias que te convierten en el pilar de las ruinas de lo que más amas y te obligan a ser lo que no eres, adulto.

Y a pesar de todo, a los 20 años, ganando mi dinero, viviendo mi vida, negándome a aceptar más normas que las mías propias...no, no era adulta.

De repente, alguien decía que no se acostumbraba aún a ser adulto, mis ojos se abrieron cómo platos, la sorpresa se pintó en mi cara y vislumbré lo que después sería una certeza; tal vez nunca sabría qué es ser adulto, o más aún, hay quién no se acostumbra a algo tan indefinido cómo pertenecer a un estatus absolutamente abstracto, que se define por la responsabilidad, madurez y un largo etcétera de palabras que evocan virtudes y aptitudes.



LinkWithin

Related Posts with Thumbnails
Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.