Phishing (Banco Popular)

lunes, 26 de abril de 2010

Estoy alucinada de la cantidad de phishings que estoy recibiendo últimamente.
Alucinada y harta, por cierto.
Y en vista de que hay tanta gente que acaba picando ante estos fraudes informáticos, he decidido poneros los que voy recibiendo, por que llevo ya no sé cuantos bancos.

Empezamos con el Banco Popular.





Yo sé que hay gente muy cándida por el mundo, pero vamos, el que pique con este es pa matarlo.
Está mal escrito, seguramente es una traducción de otro idioma, y se despiden con respeto, ¿eing?, ¿con respeto?, pero vamos a ver, desde cuendo eso es una fórmula de cortesía
Además el asunto del mail es, Es muy importante y obligatorio
a leer.
Es cierto que los bancos son muchas cosas, pero al menos, si te mandan un mail está bien redactado, ¿no?, que chorizos son, pero chorizos que saben escribir.
Utiliza el sentido común, si está escrito de forma rara sospecha.
Lo dicho, que si te mandan esto y picas, plantéate seriamente dejar de operar con los bancos por internet.
Además, veréis que en la cabecera donde pone Banco Popular, la imagen no es clara y aparece como una sombra borrosa, esto no es normal, un correo auténtico tendría una resolución de imagen perfecta.

Normalmente estos mails se reciben como spam, correo no deseado, ya que no han sido mandados desde ninguna cuenta de tu banco.
El objetivo de este mail es ROBARTE, así que te pueden pedir varias, cosas, normalmente que te conectes al enlace que te mandan que muestra la página falsa que ellos han creado cuyo único objetivo es recoger los datos que vas a introducir.
Una vez estás en esa página falsa, te pueden pedir o bien el dni y el pin de conexión, en su defecto usuario si no conectas con el dni, y los números de tu tarjeta de coordenadas.
En este caso en concreto te piden que confirmes tu cuenta bancaria.
No debes poner nunca esos datos.

Cuando estás en la página de tu banco, la de verdad, sueles tener un símbolo de un cándado o algún certificado de seguridad, suele estar abajo a la derecha, si lo marcas te da una serie de datos de la página que estás viendo.
Si todo está correcto, los datos coincidirán con la web en la que crees que estás.

Hay que tener en cuenta que estos son unos panolis y los enlaces que han puesto no funcionan, pero la mayoría de phishings, derivan en páginas tan bien hechas que a simple vista es complicado darse cuenta de que esa no es la página de verdad.

Y por último hay que recordar que: tu banco jamás te va a pedir por mail o telefónicamente que verifiques ni tu pin, ni tu tarjeta de coordenadas, nunca te va a mandar un mail donde te diga que te regalan dinero, o que por error te han ingresado menos dinero y te lo quieren devolver y que metas tal o cual cosa para conseguirlo y cosas por el estilo.
Recuerda que es tu banco y los bancos NUNCA regalan dinero, ellos viven de cobrártelo a ti, así que no tiene ningún sentido que te lo vayan a regalar ahora, y encima vía mail.
Si el tema del mail es como este, que la página de tu banco ha tenido algún problema informático y quieren que confirmes algo al conectarte, tampoco te lo creas, la información bancaría se enlaza desde tu oficina desde su sistema informático, y saben perfectamente qué clientes están en su base de datos.

Cuando recibes uno de estos mails debes:
-Mandarlo a la entidad bancaria a la que representa, en la misma página web suele haber algún departamento de contacto, lo puedes remitir allí mismo.
-Eliminarlo.
-Si eres cliente del banco en cuestión, no entrar en los enlaces que te ofrecen.

Para mayor seguridad, al banco deberías entrar siempre escribiendo la dirección en el buscador y no por enlaces o favoritos y si has caído de pleno en unos de estos timos, contacta telefónicamente con el teléfono de soporte de la página web o con tu oficina para que te lo den todo de baja.
Si no puedes hacerlo por lo que sea, mete tu pin mal tres veces y el contrato quedará bloqueado con lo que nadie podrá entrar ni operar.

Hala, ya hemos hecho la buena obra de la semana.

Alicia en el país de Walt Disney

miércoles, 21 de abril de 2010

Lo malo de las expectativas es que llega la realidad y se joden.
Por eso voy a ver las pelis de Tim Burton sin ninguna expectativa, estoy harta de salir del cine cabreada.

El año pasado sabíamos que Burton se iba a encargar de adaptar a la gran pantalla, una vez más, el clásico de Lewis Carroll.
Casi me muero de la impresión; si hay un director que pueda hacerlo es él, me dije y esperé pacientemente los muchos meses que han pasado hasta poder ver la peli, retrasos incluídos.
Y entonces llega el día que vas a ver la peli y otra vez salgo cabreada del cine.

Vaya por delante que ni soy super fan de Burton, aunque he visto casi todas sus pelis, ni me acuerdo mucho de los dos libros de Carroll, Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo, pero de lo que sí me acuerdo como si me hubiese leído los libros ayer, es de la atmósfera surrealista, caótica y tenebrosa de ambos libros.

Sin entrar en todo lo que se haya inventado en SU versión de Alicia, me gustaría decir lo siguiente; que no dejen a Burton adaptar nada más, por Dios, que no sé que le pasa a este hombre últimamente que todo lo que toca se convierte en algo mediocre y eso es lo peor que se puede decir de un director como este.

Viendo la película se me plantearon un montón de preguntas, como por ejemplo,
¿Por qué el sombrerero loco tiene más protagonismo que Alicia?
¿Por qué el sombrerero loco tiene que hacer ese espantoso baile final?
¿Por qué Alicia es tan sosa?
¿Por qué la Reina de Corazones está tan comedida?
¿Por qué la Reina Blanca es una parodia mala de una parodia mala y está tan sobreactuada?
¿Por qué Alicia es incapaz de darse cuenta que no es un sueño cuando todos los personajes le preguntan cosas sobre la anterior vez que estuvo allí (haciendo clara referencia a la primera parte del libro)?
¿Por qué el Gato de Cheshire es tan majo cuando en el libro es un personaje inquietante y retorcido?
¿Por qué los efectos especiales son tan patéticos en lo referente a la Jota de Corazones y su caballo?
¿Por qué el ejército de cartas parecen coches de desguace?
¿Por qué toda la película destila una sensiblería que los libros no tienen ni por asomo?
¿Por qué el desenlace final es una mezcla cutre de Narnia y el Señor de los Anillos?
¿Por qué Burton no le da espacio a la banda sonora del estupendo Danny Elfman?
¿Por qué Tim Burton cree que
esto que ha hecho es una adaptación de los estupendos libros de Carroll?

Pues nada, un clásico más atropellado, esta vez por un director que antes, hacía buenas películas; una tragedia.
Pero como todo no puede ser tan malo, os advierto, si la váis a ver, cuando llegan los créditos no huyáis despavoridos, cuando Avril Lavigne termine de dar gritos, llega lo mejor de la película, y no, no estoy siendo irónica con eso de lo mejor de la película es cuando termina, sino por qué empieza el maravilloso tema de Danny Elfman, sin duda, una cación increíble como muchas de las que él hace.



Cumplecasaño

lunes, 19 de abril de 2010

Hace un año, tal día como este, estrenábamos casa.
Es una manera de hablar, por que ni la casa era nueva, ni la casa era nuestra, pero que nos mudamos, vaya.

Este primer año en mi nueva casa ha tenido de todo un poco.
Situaciones esperpénticas al no poder comprarlo hasta noviembre, sorpresas inesperadas, al ser nombrados secretarios de la presidencia con un presidente que pasa de todo, o sea, que somos el presidente nada más llegar, el disfrute de nuestra maravillosa terraza, el descubrimiento de un barrio distinto con sus cosas buenas y sus cosas malas...

Hace un año, estábamos llevando y trayendo cajas y muebles, nuestros querido amigos nos dejaron el comedor tan desordenado que no se podía ni entrar ni pasar, a ellos les hizo una gracia tremenda y aún se siguen riendo.
Llevamos un año con la mitad de nuestras cosas metidas en cajas, primero pendientes de poder comprar y ahora de finalizar las obras, que llevan su tiempo ya y les queda más aún, gracias a una combinación de mala suerte y paleta/familiar, que nos lo hace estupendamente, bien de precio pero al ritmo de un caracol reumático.

La terraza ahora mismo parece un campo de batalla, con trozos de puertas, sacos de runa, recortes de baldosas y mucho polvo.
Nuestra habitación sólo tiene la cama, para poder lijar las paredes y poner el suelo y la habitación de al lado está llena de bolsas con la ropa y todo lo imprescindible.
Nos sale el polvo por las orejas, y las cajas son lo más parecido a un mueble que conocemos ahora mismo.
Pero pienso en los colores nuevos de las paredes, o en el sofá que compraremos, o en los muebles de la terraza y las maravillosas veladas que pasaremos tumbados en las maravillosas tumbonas y se nos hace todo más llevadero.

Hasta entonces nos consolamos entrando al baño que es lo único que está
casi acabado y se no pone cara de bobos y decimos:
-Ohhhh, que bien ha quedado- y así vamos tirando.
Además hemos descubierto que a lo mejor nos podemos ir de vacaciones y estamo buscando ciudades candidatas a visitar, aunque hay una que lleva evntaja sobre las otras y eso anima bastante.

Ayer salí un momento de mi casa para ir a recoger un libro de la biblioteca que tenía reservado, me queda a unos 5 minutos de casa, algo que me hace muy feliz también.
Volvía con mi libro bajo el brazo, con el chirimiri mojándome y cuando ya estaba cerca de mi edificio levanté la vista y me quedé parada en la calle mirando los límites de mi terraza.
Cuando voy con mi chico, nos paramos justo antes de cruzar y le digo,
-¿Has visto que pedazo terraza hay ahí?
él me dice,
-Uy, sí, ¡es enorme!
y yo le contesto,
-¿quién tendrá la suerte de vivir ahí?
y entonces nos miramos con una sonrisa ilusionada y nos reímos.
Con eso me quedo, con la ilusión que me embarga aún mezclada con la novedad cuando me acerco a mi nueva casa y me siento tan feliz y afortunada.

Demasiado carácter

lunes, 12 de abril de 2010

Hace muchos años, viví una agresión continuada por parte de mis compañeras de instituto.
El motivo fue en ese caso, motivo que se repetiría a partir de ese momento en mi vida otras veces; tener demasiado carácter.
No es un eufemismo de tener mala leche.

Si una mujer tiene demasiado carácter y tiene una pareja buena, o sea, no tiene un cabrón por compañero sentimental, automáticamente ella es una bruja que lo domina y hasta lo tiene amargado.

Así que por esta causa, me comí medio curso de acoso puro y duro, por un grupo de chicas que creían que el acto más noble que una mujer puede acometer en esta vida, es pisotear a otra e iluminar al pobre idiota enamorado en cuanto a la verdad absoluta, sobre todo si el enamorado es uno de sus compañeros de clase.

Quedó atrás, dolió y volvió a doler cuando se repitió en otros momentos de mi vida, por qué yo siempre soy la mujer mala, con demasiado carácter.

Los años pasaron, y mi medio pomelo fue encontrándose con la principal instigadora de este grupo tan majo.
Ella siempre se alegraba mucho de verlo y él, correcto, siempre preguntaba educadamente que tal le iban las cosas.
Ella siempre le explicaba profusamente como le iban las cosas, nunca demasiado bien, problemas de trabajo, o falta de el, problemas de pareja o falta de ella.
La pregunta que se repetía una y otra vez, era referente a su pareja y su única preocupación siempre, era si estábamos aún juntos.

La última vez, hace muy poco, mi medio pomelo fue a hacer unas gestiones a la administración pública y allí estaba ella, al otro lado del mostrador.
Se repitieron las preguntas de cortesía y al final, ella le preguntó,
-¿Aún sigues con la misma?
Mi medio pomelo, que no suele detectar la maldad ajena y con una sonrisa de oreja a oreja le respondió,
-Sí. Me acabo de casar con ella.
Enmudeció.

Debe de creer que las mujeres como yo, con demasiado carácter, no merecemos un buen hombre a nuestro lado.

O debe seguir tratatando de abrirle los ojos a los pobres hombres que están con mujeres con demasiado carácter, tratando de salvar su alma inmortal, quien sabe.

Con Egoyan se duerme tan bien...

lunes, 5 de abril de 2010

Cuando llegamos, en mi barrio propiamente, no había más que un video club repletito de películas que no queríamos ver, aunque, como no había otra cosa, acabábamos viendo con el mayor criterio posible.

Después, descubrimos que relativamente cerca, teníamos un video club de estos llamados alternativos, que traducido significa que traían películas no comerciales.
Fue un gran descubrimiento y nos regaló muchas horas de buen cine.

Años después, se obró el milagro y al lado mismito de nuestra casa, abrieron otro videoclub de estas características.
Estábamos extasiados, por qué encima hacían unos bonos maravillosos que te permitían ahorrarte tus buenos euros.
Y además, tenían las películas ordenadas por autores y una pizarrita donde ponían que día llegarían las novedades y cuales eran esas novedades.

A mi me gusta mucho Atom Egoyan, director difícil de encontrar por estas tierras y en el videoclub tenían las películas que se pueden encontrar en territorio patrio con más o menos facilidad, Ararat y Exotica.
Y eso sería todo lo que hubiese visto de este director sino fuese por qué hacía unos años la Filmoteca le había dedicado un ciclo del que pudimos ver El liquidador y El viaje de Felicia.

Pero un día, pasó; en la pizarrita ponía que el día X tendrían El dulce porvenir.
No cabía en mi de gozo, por fin, podría ver una nueva peli de Egoyan, lo de nueva es una manera de hablar, ya que esta peli era anterior a El viaje de Felicia y Aratat.
Contaba las horas y los días que quedaban para el día X y el día X, mandé a mi medio pomelo (yo estaba currando y no quería quedarme sin MI copia) a buscar la peli para verla al día siguiente, en el sofacito, calentitos, emocionaditos y etc.

Mi medio pomelo llegó y buscó la película en cuestión.
Miró y miró y volvió a mirar, pero no la encontró.
Revisó la pizarrita y vió que no habíamos errado de día, así que fue al mostrador donde la dueña/dependienta que le tiraba los trastos con sonrisas insunuantes y pronunciaba los euros que quedaban en el bono con voz de dobladora porno, le sonreía cálidamente (yo no estaba pero seguro que era así).
Mi medio pomelo le dijo:
-Perdona, he visto que hoy tendríais El dulce porvenir de Egoyan, pero no la encuentro.
Y ella, con toda su frescura snob intelectualoide le dice,
-Uy, ¡El dulce porvenir!, me la llevé anoche a mi casa, por qué total, no esperaba que nadie la fuese a alquilar y me la puse para ver...
Mi medio pomelo, le pregunta amablemente, por qué él es siempre muy amable,
-Y bueno, ¿que tal está?
Y ella, con una risita y con toda la desfachatez del mundo le dice,
-Pues no lo sé, por qué me la puse y me quedé dormida.
Mi medio pomelo intuyendo la gracia que me iba a hacer todo aquello le preguntó entonces,
-Menos mal que no está MI NOVIA, con lo que le gusta Egoyan si oye eso se muere (o te mata, según el día que tenga, que mi novia tiene mucho carácter)--->esto lo pensó, no lo dijo.
¿Y cuando la traerás?
-Pues no sé, mañana a lo mejor...
Mi medio pomelo me quiere, me cuida, me mima, y por eso le dijo,
-¿Te importaría mucho traerla mañana para que se la pueda coger?
Y ella, con esa sonrisa que le dedicaba aunque yo estuviese presente (no estaba pero me lo puedo imaginar), le dijo,
-Claro, mañana TE la traigo.

Ni que decir tiene que mañana la fui a buscar YO, se la arranqué de las manos y pensé en llamarla insensible, paleta y ceporra por haberse quedado dormida viendo a mi amado Egoyan.
Pero no lo hice, lo prometo.

Así que este es el país en el que vivimos, que hasta los dueños de los videoclubs alternativos con evidente buen gusto y criterio cinemátografico a la hora de elegir las pelis que traen, creen que ni el tato va a ver una peli del Egoyan.

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