Sé que los tiempos cambian y que el progreso, llega a todos a pasos agigantados, pero aún y así, a veces me sorprendo de algunas cosas.
El otro día, depués del trabajo , me pasé por el centro de la city, o sea, Plaza Cataluña y alrededores y pasé delante del McDonald´s que hay junto al metro y vi a un mendigo.
No es que ver un mendigo en Barcelona sea una novedad, no, los hay y muchos y no es que verlo en las inmediaciones de la Plaza Cataluña sea raro, tampoco, pero lo que me dejó estupefacta fue que el individuo en cuestión, que estaba bien pertrechado en su lugar de ¿trabajo?, con su espalda y pecho bien a la vista para poder apreciar sus terribles quemaduras que de todas maneras nada más verle la cara uno ya veía claramente y vi que estaba hablando por un móvil, pero no uno de esos que parecen sacados de un museo de antiguedades, sino uno de esos nuevos, ultraligeros y ultraazuleseléctricos.
Como pasaba a toda leche por delante y no estaba segura de haber visto con claridad, me paré y me volví para verificar que estaba viendo lo que estaba viendo y efectivamente, estaba hablando por móvil.
Y no es que a mi me deba importar que este Sr. hable por móvil o por teléfono satélite, pero me llama la atención.
Seguí andando y a lo mío y ya de vuelta a casa, como son muchas paradas de metro estuve cavilando sobre el tema.
Veamos, cuando pides dinero por la calle se te presuponen una serie de cosas, como:
1. No tener trabajo
2. No tener dinero
3. No tener casa
además están los bonus que serían el no tener familia que te acoja, no tener comida que llevarte a la boca, e incluso no tener más que la ropa que llevas puesta, aunque esto me cuesta más de creer con la cantidad de cosas utilizables que tiramos constantemente, incluída la ropa.
Al menos en mis tiempos, la pobreza que te lleva a pedir consistía en los tres primeros puntos y por ello pensaba que la prioridad de una persona en la calle era conseguir, comida, ropa nueva, un lugar donde dormir...pero no móviles.
Y más allá de lo que significa ser mendigo, me planteé con quién hablaría ese Sr. tan animadamente.
Cualquier día os paran a la puerta del super y os dicen:
-Dame unas moneditas para la tarjeta de prepago, anda...
Yo, después de malvivir unos años con la casa ocupa que teníamos delante y que nos pararan para pedirnos unas moneditas para birras o coca (lo juro), me lo creo todo.
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9 comentarios:
Hoy leí en el periódico que un pensionista con su señora en el paro se mantenía con 360 euros al mes y estaba "avergonzado" porque había tenido que "pedir prestado el traje para la primera comunión de su hijo", me dió un ataque de risa ante su necesidad de "avergonzarse" para hacer una celebración absolutamente superflua.
Es evidente que lo que a uno le parece superfluo, para otro no lo es.
Cuando lo básico falta todo lo demás es superfluo, y hoy en dia superfluas son muchas cosas, y eso es lo triste, que alguien con lo minimo sea capaz de gastar dinero en (lo que a mi me parecen chorradas)el traje para la comunión.
Pero lo que cuenta Ender es peor, es de una caradura soberana.
En el autobus que cojo por las mañanas hay un señor cuyo trabajo es pedir delante de una tienda. Todos dias coge el mismo autobús (a la misma hora)y se baja en misma parada, para pasar las horas con un cartelito, pidiendo dinero.
Ese mismo señor fuera de ese horario le ves con ropa diferente y con otro aspecto ¿? Es la puerta de la tienda su oficina??? Pero esto que es????
Ante cosas así solo puedo reafirmarme en la locura generalizada que nos invade. Un abrazo.
¡ESTO ES UNA VERGUENZA!...jajaja...
Con este post acabo de recordar algo que quería contar en mi blog y que va de algo parecido. A mí también me choca, pero hay gente que lo comprende y le encuentra explicaciones, aunque sigo sin entenderlas :)
Pues a mí me pasó algo muy parecido hace muy poco tiempo: estaba senatada en una terracita del madrileño barrio de Chamberí, cuando se me acercó una señora africana de estas que venden pulseras y piden por el continente pobre por excelencia. De repente, empezó a sonar el Nokia Tunes y revolviendose entre la ropa del escote se sacó un móvil y contestó...
No me sorprendió.
¿por qué?
Porque cuando estuve en África ví que en poblaciones donde no tenían ni electricidad en las casas, ni sistema de alcatarillado, ni agua corriente, hasta el último mono tenía su móvil.
Fue allí donde me dí cuenta de que los móviles ya no son considerados por nadie un bien superfluo...
Paradojas de la vida.
María Jesús, desgraciadamente lo que para ti y para mi es superfluo, para al menos la mitad de la gente de este país es indispensable :S
Angelito, según comentas, ese debe de ser su "trabajo" con lo cual la pregunta es, este señor es pobre o se hace el pobre?
emejota, pues un poco sí :D
Ignacio, y de las grandes :DDDDDD
Candela, explicaciones las que quieras, pero en mi orden emnmtal de cosas es algo chocante y sobre todo incomprensible.
Bueno pues Isa, debe de ser eso, que el móvil ya es indispensable para todo el mundo y aquí lo que hay que meditar es el orden de necesidades de nuestra sociedad.
Antes vivía en un barrio con muchísima inmigración, ahora lo mismo pero menos variada, casi todos son del mismo país, y me llama muchísimo la atención que pueden tener serios problemas económicos, pero el móvil no le falta a ninguno.
En fin, que la rara seré yo al final.
El trabajo de pedir es duro.
Son muchas horas de estar sentado esperando que te echen unas monedas. Es descansado pero duro :DD
No me extraña que el pobre se aburriera y tuviera necesidad de hablar por telefono.
Ahora en serio que un pobre tenga móvil no me escandaliza ni la mitad que lo que me escandaliza que un rico tenga un yate con grifería de oro y que en la cubierta utilice mantas de chinchilla para que sus invitados no se enfríen mientras contemplan la luna.
Daisy, es que no me escandaliza, cada uno puede hacer lo que le de la gana en esta vida, es que me sorprende.
Me sorprende por que mi concepto de pobre es algo incompatible con tener móvil, por que para mi una persona que pide en la calle, una de las cosas peor vistas por esta sociedad, es una persona que no tiene nada y ha de vivir de la caridad ajena.
Un móvil no se come, un móvil no te viste, un móvil no te da un sitio para dormir, entonces ¿para que narices le sirve un móvil a una persona que pide?
Lo de los ricos sí me escandaliza, lo de los pobres me deja flipando.
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