El otro día os contaba que mi abuelo lleva unas semanas en el hospital, bueno, lleva ya un mes y pico entre hospital y centro de recuperación.
En
esas semanas ejercí de nieta ideal sin precedentes, más que nada por
qué ya estábamos intentando engendrar un gremlincito y sabiéndome la
mujer más fértil de mi pueblo, intuía yo ya
que fijo estaba preñada y que en cuanto el test diese positivo, mi vida
se iba a reducir a estar en el sofá y a llamar por teléfono.
Por
eso precisamente, tarde sí y tarde también, me aparcaba largas horas en
el hospital en compañía de mi abuelo, mi madre, la visita de turno y el
personal hospitalario, que básicamente se reducía a tres personas.
Mi
madre es de esas madres que te hace saber en todo momento y con todo
lujo de detalles, lo lejos que estás de ser la hija perfecta que tanto
soñaba y por ese motivo estuve años creyendo que a cualquiera que le
hablase de mi, le explicaría la calamidad de hija que yo era.
Pero
no, a mi podía mortificarme, pero a los demás les contaba que era muy
guapa, muy lista, muy espabilada, muy trabajadora, muy
guapa...descubrirlo fue un shock para mí, lo reconozco.
Además,
mi madre es muy poco madre, que tiene de maternal, cariñosa y
cuidadora, lo que yo de astronauta, así que era mi padre el que me
mortificaba en público con la dichosa cancioncita de has visto que hija
más guapa que tengo, que los padres acuñan en su lenguaje básico, tal
como asomas la cabeza al mundo.
Pero
el otro día, no sé si por la falta de sueño, el cansancio, el estrés o
lo que fuese tras una semana viviendo en el hospital, mi madre enganchó
por banda a una de las enfermeras del turno de tarde y cuando yo ya me
despedía y trataba de irme a mi casa, va y le suelta a la enfermera con
toda la pachorra del mundo:
-Lola, ¿tú conoces a mi hija?
Lola me mira y bueno, conocerme, conocerme, no me conoce, pero lleva unos pocos días viéndome.
-Uy, pues no, ¿es tu hija? os parecéis mucho.
Esto
último es completamente falso, vamos, que yo sé que mi madre y yo no
nos parecemos en nada en la cuestión física, a pesar de que la gente,
cuándo no sabe qué decir, lo suelte a traición.
-Cuando la he visto, he pensado que era tu hija por qué es igual de alta que tú- insiste Lola.
Tampoco, mi madre y yo no somos igual de altas, le paso como 10 cm.
Y entonces mi madre, va y dice,
-¿Has visto que guapa que es?
Y cómo si eso no fuese bastante, va y remata,
-De pequeña me paraban por la calle para decirme que era preciosa.
Lo cierto es que yo no daba crédito a lo que oía, pero ¿en serio madre? ¿en serio esto es necesario?
La Lola que se queda pensativa y me dice,
-Uy sí, claro que eres muy guapa.
Yo sonrío con cara de quiero irme de aquí ahora mismo y sale de mi boca un gracias estrangulado y ella insiste,
-Que sí, que eres muy guapa.
Y yo con la misma cara y el mismo gracias, y ella que no me ve muy convencida, arremete,
-Que sí muchacha, que eres muy guapa, que si no lo pensase, no lo diría.
Y
yo buscando algún tipo de arma blanca para acabar con esa situación tan
embarazosa y mirando a mi madre con cara de muy pocos amigos, cuando al
fin llaman a Lola y se va cómo ha venido, rauda, veloz y muy sudada.
Una vez solas, me quedo mirando a mi madre con odio filial y ella que me dice,
-¿Qué pasa?
y yo con más odio filial,
-¿Que
qué pasa? ¿tú te crees que se le hace pasar esto a una hija que está ya
más cerca de los 40 que de los 30? ¿pero tú te crees que a estas
alturas es normal que me hagas pasar por esto?
Y mi madre que me mira como si estuviese completamente loca, pero loca, loca, loca, y me responde,
-Uy, pero si aparentas muchos menos mujer.
Ah bueno, que descanso, entonces sólo me deben quedar unos 5 años o así para sufrir estas embosacadas...
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4 comentarios:
jajajajaaa, vale, te hizo pasar un mal rato, pero, ¡que gusto descubrir que tu mama te ve bonita! y eso es por que así lo siente y está orgullosa de tí.
No eres la única, a mi mi padre se ha pasado/pasaa la vida dejandome ver los muchos defectos y faltas que tengo y sin embargo, de unos años a esta parte y de cara al público, todo hay que decirlo, todo sobre mí le parece poco...
besitos niña.
Ioli, mi madre se ha pasado la vida recordándome que con lo mucho más guapa que yo soy en comparación a ella, ella ha tenido infinidad de pretendientes comparado conmigo, así que hace mucho que sé que me ve guapa XD
Lo cierto es que mi madre es un animal social, es de esas personas con un don de gentes tremendo y una personalidad arrolladora y aunque ella lo piense, fea no ha sido nunca, era una mujer atractiva y aún hoy, con 63 años, le salen pretendientes por todas partes.
Ella cree que el físico lo es todo, y no entiende que no gana la más guapa, sino la más sociable, y yo de sociable tengo muy poco XDDDDDDDDDDDDD
jajajaja, ¡que contraste! aunque pensándolo un poco, quizás crecer al lado una persona con tan arrolladora personalidad social suele anular un tanto a los q le rodean, pero eso no es ni bueno, ni malo ni tiene color, es así y punto. tu sabes expresarte de un modo genial,a mi, a través de estas líneas tuyas no me pareces anti sociable en absoluto ;)
Ioli, uno de los "problemas" de mi familia, es que los 4 integrantes, más padres maternos, tenemos muchísimo carácter y no se da eso de compensar unos con otros, que va, todos con unos genios de aúpa XD
Sí lo soy, pero sé disimular muy bien ;P
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