Hay algo morboso en querer estar rodeado de caos.
Es insano, desquiciante y exasperante vivir una vida en la que todo es extremo, en la que las cosas penden de un hilo, en la que absolutamente todo te desborda y tú no tienes el control.
Pero hay personas que creen que les gusta vivir así.
Yo soy una de esas personas.
Durante toda mi vida, tuve la sensación de que todo lo que me pasaba estaba fuera de mi control, me acostumbré a la angustia, al desorden y a estar supeditada a lo externo.
En mis primeros años de estudiante ya di muestras de haberme vuelto adicta a este método nefasto y siempre estaba con el alma en vilo, a punto de que me diese el síncope, a mil, al límite.
Llegó la adolescencia y la cosa se agravó, mi vida era un caos pero yo me autoconvencía de que en realidad eso me gustaba, que me daba vidilla, sabor a la monotonía y que si eso desaparecía, me hundiría en la rutina, en el aburrimiento, en la apatía.
Así que seguí inmersa en ese caos, sin ninguna intención de modificar mis hábitos, con una tremenda angustia que cada vez era más patente y los escasos momentos de respiro que me daba eran, cuando, a pesar de todo, cumplía los plazos, llegaba a tiempo, me salvaba del desastre.
Ese patrón, como no, se vino conmigo al independizarme y durante los primeros meses, tomó posesión de mi nueva vida, igual que lo había hecho con todo lo demás.
Además, con la excusa de la libertad adolescente, todo valía, y vivir así, encima, era lo más, el desorden era guay, los excesos, geniales.
Yo me seguí diciendo, que mi vida era así, que debía ser así.
Pero nada dura eternamente y al final o frenas o te estampas.
Yo me estampé, claro está.
Nada grave, según se mire, mi situación laboral me llevó a la definitiva zozobra personal y después de estamparme no tuve más que sufrir reposo forzoso, jodida físicamente y anímicamente, aunque lo de físicamente fue una ciscunstáncia casual que probablemente fue el desencadenante del resto.
Y descubrí, que estar al límite no era guay, que vivir con los nervios carcomiéndote, no es divertido, que tener la vida del revés, es agotador y que a menos que lo intentes con un poco de ahínco, puedes poner un poco de orden en lo que haces; y sobretodo, que la calma no es aburrida y que sana el alma.
Al principio pensé que estaba acabada, tía, te has hecho mayor, te has vuelto un coñazo, la calma es para los viejos, así que me dispuse a lanzarme de cabeza de nuevo a ese patrón narcotizante y descubrí con horror, que eso me hacía daño.
Bueno, no, no lo descubrí, ya lo sabía, pero por primera vez, me di cuenta de que me hacía daño y por primera vez, dije no.
No.
Yo no quiero sufrir más.
No.
Yo no quiero este caos.
No.
Yo no quiero dañarme.
No, no, no.
Yo quiero que mi vida sea ordenada, yo quiero que mi vida no me estrese, yo quiero sentirme dueña de mi vida.
Yo quiero paz.
Yo quiero estar bien.
No es fácil dejar atrás tantos años de hábitos y de ideas preconcebidas y alimentadas.
Pero no es imposible.
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9 comentarios:
@Ender: a mí me ha pasado al revés; he pasado de buscar el orden a rendirme ante la evidencia de que no se puede luchar contra el caos.
Mira, toda la vida he sido un desastre, desordenado, poco constante... pero me gusta que las cosas estén en su sitio y sean como deben ser. Así que intento hacer del defecto una virtud y tener ordenada mi vida, mi habitación, mi mesa... esas cosas.
Eso fue hasta hace no mucho. Me di cuenta de que por más que intentaba ordenar todo, antes o después, por el motivo que fuese, volvía todo a estar patas arriba. Y de tanto luchar me acabé cansando y me he rendido; las cosas no se deben colocar, sino que deben quedarse donde caen; hacer planes es una tontería porque alguien te los cambiará.
Soy de los tontos que se creían eso que dicen los científicos: la forma básica en el universo es la esfera. Mentira: la forma básica en el universo es el movimiento, el caos... la vida.
La vida es movimiento.
La muerte se produce cuando miembros, músculos y células se quedan quietos.
En definitiva: el orden natural de las cosas es el caos.
[Música de fondo: Anarchy in the U.K. cantada por algún grupo de pijopunkis]
Hola!
ains, ya me gustaría a mi que el orden llegara a mi vida...
besos,
uff, no se bien qué decir, yo nunca me he sentido cómoda en el caos, intento buscar la calma desde siempre y cuando las situaciones me sobrepasan, por lo que sea, no me sienta bien y me doy cuenta de ello pero a veces ese llamemosle "caos" es dificil de espantar, por eso me alegro de que hayas salido de un círculo que según describres, te hacía daño.
Un beso
Por muy organizados que seamos, siempre estamos expuestos al caos, porque hay muchas cosas que se escapan a nuestro control.
Si ya tiene que ser así, aunque no queramos, al menos, organicemos lo que esté en nuestra mano.
Sí CHucky, el orden en el desorden, por muy desordenado que uno sea siempre tiene a haber un orden, aunque sea extraño, en el desorden de uno mismo.
¿Pijopunks? ¿eso qué es lo que es?
Iolanda, me parece a mi que esto te define bien, ¿no?
Pues eso, que se puede cambiar, te lo prometo.
Chelo, yo creo que todos buscamos el orden, pero a veces nos equivocamos de lugar y buscamos justo en su opuesto.
Cuando no estás donde debes te acabas dando cuenta.
María Jesús, estoy de acuerdo contigo, además a mi me gusta mucho organizarlo todo :DDDDDD
@Ender: no he entendido nada de lo que has dicho :D
Los pijopunkis son gente, o sea, como Ramoncín, Super Greenday y super, o sea, gente super así, no, que van de, o sea, no, la sociedad, que asco, pero, o sea, woah, voy a ser super rebelde, o sea, voy a mear en el árbol y que se joda. Sí: anarquía, democracia... ¡sufragio universal! ¿sabes?
En donde vive mi parienta hay un grupo de pijopunkis de esos que todos los viernes y sábado noche los pasan en el parque pribando las litronas que les ha pagado su papá, super sabes, ¿no?
Pues eso.
¡Muerte a los humanos!
Mira... he buscado un poco; una buena definición de pijopunky: "Como parecer guay sin dejar de horripilar a tu madre". ¡Super!
El caos dejaselo a la naturaleza, que hace maravillas con ello.
Yo no se vivir en el caos, lo intenté alguna vez, pero no podía vivir constantemente en ese filo. Necesito la estabilidad que me proporciona el orden.
Claro que se puede Ender, no lo dudes.
Angelito, eso haremos el caos para la naturaleza y el orden para nosotros :D
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