Esperando

lunes, 25 de mayo de 2009

Este sábado por la mañana, encontramos refugiada tras el sofá a una mariposa que llevaba algunos días paseando por la terraza.
Al meterse en casa, corrió el destino que suelen correr los insectos y perdió a bocas de los gatos, parte de una ala.
Cuando la encontré la saqué a la terraza en mis manos; una vez sobre la mesa pude comprobar que faltándole tanta ala la cosa estaba complicada.
Abrí las manos y la invité a bajar, pero se ve que últimamente hay algo en mis manos que agrada a los insectos y decidió que no se bajaba.
Aproveché para sacarle algunas fotos, sin duda, nunca antes había tenido una oportunidad cómo esta.
Más tarde, corrió a refugiarse dentro del asa de una regadora, bastantes horas después el refugio se reveló como una trampa de la que no podía salir, aunque cuando la saqué, simplemente se refugió bajo un tiesto a la sombra esperando lo inevitable.






7 comentarios:

Ana. dijo...

Hola!
Juraria (no me hagas demasiado caso), que es una Cacyreus marshalli o sea, mariposa de los geráneos, esa a la que le tengo tanta manía!

Desde luego los gatos no tienen piedad! ;)

ZOLDAR dijo...

No sé si llamarte Ender o "La nueva señora de las bestias" jajajaja, todos los bichos acuden a ti?

Qué tienes en esas manos? :P

Pobre mariposa, se sabe si al final sobrevivió?

1 besito, fea.

diego dijo...

Es curioso, yo también he visto mariposas con las alas "mordidas", pero siempre a finales de verano. Pensaba que eran mariposas viejas, quizás la tuya sea una superviviente del año pasado. Pero no creo que la "avería" de las alas se la haya hecho el gato, sino más bien otro insecto. En cualquier caso, creo que esa mariposa ya ha cumplido su ciclo en esta vida...

Ender dijo...

Ana, pues andará despistada por qué yo no tengo geraneos :DDDDDD

Zoldar, si yo te contara...;P

No lo creo, cómo estaba débil y yo de darle de comer a una mariposa no tengo mucha idea, le puse un plato con agua y la puse en el margen, por si tenía sed, pero se limitó a asirse al margen del plato con fuerza y no se movió más.
Durante la mañana había tratado de volar muchas veces, cada vez con peor resultado, primero aterrizando casi enseguida y luego cayendo de lado de forma bastante aparatosa.
Soplaba mucho viento y creo que salió volando en una ráfaga, pero no lo sé.

Puede parecer una tontería, pero me angustié un poco por la pobre, sin saber cómo ayudarla.

Diego, el viernes cuando llegamos por la noche, estaba en la terraza, la vi al encender la luz, se pegó a ella cual arna, pero después se metió en casa, me olvidé de ella.
Cerramos y por la mañana vi a mi gato metiendo la pata entre el hueco de la pared y el sofá, con cara de malo-malo-malo y me dije, ahí hay un bicho.
Moví el sofá y la encontré.
Por la noche volaba perfectamente y tenía ala, por la mañana no y el gato iba tras ella, así que la deducción es clara.

Nunca había tenido una mariposa en mis manos, por su propia voluntad quiero decir :D me llamó la atención los ojos, nunca los había visto de tan cerca.

mariajesusparadela dijo...

No sé, pero tengo entendido que las mariposas viven muy poco tiempo. Fue bueno mientras duró.

Ana. dijo...

No tienes geráneos? Pues entonces se ha muerto de hambre!
No me hagas caso, no será esa! ;)

Ender dijo...

María Jesús no tenía ni idea de que vivían poco.

Ana, yo no tengo geraneos, pero la vecina sí!!!!

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