Españolitos

jueves, 29 de julio de 2010

Mi medio pomelo trabaja para una empresa alemana, hace ya un porrón de años.
Esta empresa tiene algunas filiales repartidas por el mundo, aunque como es evidente, donde más filiales tiene es en Alemania.

De vez en cuando, a lo largo de los años, surge la "oportunidad" de irse a Alemania a "formarse" durante un tiempo de algo nuevo que ha salido.
Lo de las comillas lo digo, por que la oportunidad consiste en que la empresa te presiona para que vayas sin ninguna retribución especial y por que más que formarte de algo vas a trabajar como un mulo en un lugar dónde nadie habla tu idioma y el inglés tampoco.
Una fiesta, vamos.

El caso, es que esta vez ha surgido una de esas "oportunidades" que no se pueden dejar pasar, o lo que es lo mismo, han elegido a cuatro candidatos y les han dicho que debido a las profundas modificaciones que la empresa va a sufrir, es probable que algunos de sus puestos de trabajo, el de mi medio pomelo concretamente, sobre, que trabajo va a tener, pero no saben dónde exactamente.
Sí, que le han hecho un vil chantaje, y además han insinuado posibilidades de mejoría en un fututo, que por descontado, es un futuro muy muy muy lejano.

Así que mi medio pomelo, hizo su maletita y hala, rumbo a Alemania durante un mes.
Hasta el último momento, iban a Bremen, pero en el último instante, y cuando digo en el último instante quiero decir en las 24 horas previas a su salida, la empresa decide que mejor se van a Hamburgo, por qué en Bremen les sale el trabajo por las orejas y no están para formar a nadie.

Pues ahí va el medio pomelo con tres compañeros más, afortunadamente, amigos de años y encima con una autóctona teutona; la cosa pinta al menos no muy mal.

Llegan y quedan extasiados, los alojan en un hotel que parece la casita de Heidi al lado de un parque natural inmenso, ven caballos, ardillas, cerdos y los pajaritos los despiertan todas las mañanas.
Los pajaritos y la puñetera costumbre de no poner cortinas en las ventanas, teniendo en cuenta que sale el sol sobre las 4 de la mañana...
Además, resulta que se hospedan con algunos jefazos de la empresa, que los sacan de paseo, los llevan a comer, les hablan de su tierra y un largo etc, tan largo que pasa lo impensable, están deseando que los dejen en paz para poder ir empollando lo que van aprendiendo durante la jornada.

Y a la semana, pasa; mi medio pomelo salva a un compañero teutón de la cagada máxima.
Se vuelve al hotel satisfecho y contento, pensando en la gratitud que habrá sentido el chaval al librarse de una buena.

A la mañana siguiente, se da cuenta de varias cagadas más, y al siguiente, lo mismo.
No, no es que sean despistados, es que trabajan como el culo.
Y no sólo el departamento de mi medio pomelo, no, los tres compañeros restantes descubren cosas parecidas en sus respectivas secciones.

Los primeros días, hacen aportaciones, correcciones, llaman la atención sobre algunas cosas.
Llega a oídos de los jefes y descubren que sus empleados trabajan tan mal, que unos españolitos de piiiiiiiii, lo han visto en tres días.
Y ellos no, que son los jefes.


Los compañeros están encantados con la visita de los barceloneses, no caben en sí de gozo, venid, venid y criticadnos, que nos lluevan broncas, veréis que bien os tratamos.

Resultado; ver, oír y callar.
Toma eficiencia alemana.

Cosas que demuestran que ya estoy mejor

lunes, 26 de julio de 2010

-Que me he liado a hacer limpieza de trastos y/o/u ordenación de enseres cotidianos, en esta, mi caótica casa.

-Que estoy pensando en ponerme broches en las camisetas otra vez.

-Que he peinado a los gatos.

-Que he hecho un montón de fotos.

-Que he hecho fotos hasta a cosas que no están dentro de mi casa y/o/u terraza.

-Que he hecho cosas de casa.

-Que he decidido de color pintaré la pared sin embaldosar de la cocina.

-Que ya estoy pensando en los detallitos decoradiles de mi casa.

-Que tras dos semanas de baja, hoy vuelvo a trabajar.

Ojú, que postoperatorio de mierda...

*Edito para decir que el post operatorio es por una chorradilla, no preocuparsus, chorradilla, pero de esas que dan unos cuantos días de dolorcillo, molestia y calvario en general.

Peinar al gato es doloroso

viernes, 23 de julio de 2010

Tengo dos gatos, uno de pelo corto y otro de pelo largo.
Y hoy he constatado que peinar a mis gatos, es simplemente doloroso.

El gato de pelo largo se carga de estática y da unas descargas que ni el doctor Frankenstein tratando de dar vida a su criatura.

El gato de pelo corto se estresa y te da unos lametones que te deja el brazo en carne viva y cuando ya te ha hecho una herida sangrante, va y te muerde, pero lo hace por que te quiere, no de mal rollo, no vayamos a pensar mal del bicho.

Pues eso, que me han dejado hecha una mierda.

Acné juvenil

lunes, 19 de julio de 2010

Hay un dicho que reza, nada nuevo bajo el sol, o lo que es lo mismo, que hace mucho que todo fue inventado.

Yo tuve una adolescencia clásica.
O sea, me sentía incomprendida, mi familia era fuente de inquietud más que de ayuda y viví perturbadoras transfotmaciones físicas que en nada me ayudan a superar ese terrible estado en el que vivía sumida.
El peor, el acné juvenil.

Mi madre hizo todo lo que estuvo en su mano para curarlo, incluso permitió que utlizásemos la medicina convencional, lo nunca visto hasta ese momento, vamos, aunque la medicina convencional lo único que me ofrecía eran tandas de antibióticos de tres meses o la pastilla anticonceptiva.

Al final, el acné se fue cuando quiso y no podemos considerar que ningúno de los muchos tratamientos que seguí, fuera responsable de ello.

Casi 20 años después, descubro que cambiar de métodos anticonceptivo tiene sus desventajas.
Al cabo de un par de meses me adentro en aquel episodio horrendo de mi adolescencia, la superficie cubierta de acné, ya no tan juvenil, gana terreno día a día y no parece que vaya a remitir en breve.
Pasa un mes, pasan dos, pasan tres y llego a la conclusión de que una adolescencia en la vida, es suficiente y empiezo a cavilar.
Si bien es cierto que nada me quitó el acné, recuerdo claramente que hubo una cosa que me ayudó mucho a mantenerlo a raya; ¡¡¡¡el agua de Carabaña!!!!

Algunos diréis, ¿el qué? y otros, diréis, ¡ah, sí!, agua de Carabaña, esa cosa quasi milagrosa.

Cuando yo tenía 15 años, el agua de Carabaña ya era algo antiguo, era uno de esos remedios caseros que utilizaban nuestras abuelas ante cosas como el cané, los picores de la piel, o el estreñimiento.
Constaba de dos productos, el agua, que se aplica sobre la piel con un algodón y se deja secar o bien se toma una cucharadita sopera en ayunas.
A mi me tocaron las dos cosas, era algo repugnante que me dejaba el estómago revuelto durante media mañana.
Y la pastilla de jabón, que cómo sin duda habréis adivinado, es para enjabonarse las partes afectadas, ya sea cara, escore, brazos o espalda, o todo ello.

Llegué a odiar el el agua de Carabaña como he odiado pocas cosas en mi vida, debe ser precisamente por eso que fue casi en lo primero que pensé.
Me planté en la farmacia y salí con mi kit milagroso de agua y pastilla de jabón.

En una semana el acné pasó de ser una plaga bíblica, a algún granillo despistado.

Nunca pensé que diría esto, pero sí, me declaro fan y adoradora del agua de Carabaña.


Y tú que miras...

jueves, 15 de julio de 2010

¿Feminista yo?

lunes, 5 de julio de 2010

Según la Rae,
feminismo:

(Del lat. femĭna, mujer, hembra, e -ismo).

1. m. Doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los hombres.

2. m. Movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los hombres.



A lo largo de mi vida, me he encontrado muchas veces habalndo con mujeres y sobre mujeres.
Cuando se tocan ciertos temas, se reproduce una y otra vez un tópico que siempre me sorprende.
Y es que, una mujer de repente dice:
-Bueno, no es que yo sea feminista, pero...
o bien
-¡Uy, no, yo no soy feminista!- la frase suele ir acompañana de un mohín de espanto que ilustra lo que se piensa del feminismo.

Digo que me sorprende, por qué el feminismo según definición de la Rae, es algo necesario y que mejora el mundo en el que vivimos.

Entonces me pregunto, ¿qué concepto tenemos del feminismo en realidad?
Pues las cosas que más veces he oído son, que el feminismo es:
-Un atajo de mujeres resentidas
-Un atajo de mujeres revanchistas
-Un atajo de mujeres que parecen camioneros ( es un eufemismo de lesbiana)
-Un atajo de lesbianas
-Un atajo de lesbianas que odian a los hombres
-Mujeres que odian a los hombres
-Mujeres feas que odian a los hombres por que nadie les hace caso (es intercambiable por el que nadie se las quiere beneficiar)
-Mujeres que no tienen un hombre que se las beneficie bien ( se puede añadir que además odian a los hombres)
y seguro que me dejo muchas.

Estas son, en general las ideas relacionadas con el feminismo que he ido cosechando a lo largo de mi vida, que se puede sintetizar en el hecho de que una feminista es una mujer que tiene algún tipo de agravio contra los hombres y hace todo tipo de cosas para putearlos.
Esta idea debe partir de la premisa de que las mujeres estamos bien como estamos por lo que es incomprensible realizar ningún tipo de mejora, que equivale a putear a los hombres.

Ser feminista hace unos años, pongamos los 70, no es lo mismo que serlo ahora, al menos eso he oído por ahí, por qué, según dicen, antes de los 70 las mujeres estaban muy oprimidas.

También he oído por ahí, que ahora no es necesario ser feminista, por que las cosas han cambiado mucho, que ahora lo que hay que hacer es velar por la igualdad de los dos sexos, como si en algún momento hubiese habido riesgo de que la mujer estuviese por encima del hombre, ¡Dios nos libre!.

En este punto, entro en un bucle y miro la definición de la Rae y me pregunto;

1.¿Existen aún derechos reservados a los hombres, de los que no se pueden beneficiar las mujeres por el hecho intrínseco de ser mujeres?
Pues se me ocurre uno, así a bote pronto, grande, grande, grande.
Las mujeres no tienen el mismo estatus en la Iglesia católica por el hecho de ser mujeres.
Nunca podrán ser, Papisas, por ejemplo.

Así, que sí, aún existen derechos reservados sólo a los hombres, no por qué hayan hecho algo de un mérito especial, sólo por ser hombres o por no ser mujeres, según se mire.

2. ¿
Es aún necesario exigir para las mujeres iguales derechos que para los hombres?
La verdad es que lo que se dice derechos sobre el papel, pues mira, sí, tenemos muchos, pero se me ocurre, también así, a bote pronto, que a las mujeres se nos despide por quedarnos embarazadas o no se nos contrata si estamos pensando hacerlo, cobramos menos que un hombre en el mismo puesto, somos el principal colectivo víctima del acoso sexual laboral, somos las principales
víctimas de las agresiones sexuales, somos las principales víctimas de la violencia a manos de los hombres, somos las principales víctimas de la trata de blancas, somos las principales víctimas de la prostitución, seguimos sin tener derechos reales un muchos países del mundo y un largo etcétera que no voy a enumerar.

Entonces, ¿es o no es necesario el feminismo?

Vamos, que si es un problema sintáctico, busque usted la palabra que más le guste y póngala en la línea de puntos.
Pero se llame como se llame y tenga la reputación que tenga, a mi me parece que es necesario.
Mucho.

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