Ganas de tener ganas

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Si pudiera definir mis navidades desde siempre, sería con esta frase.
Ganas de tener ganas de ser feliz, de sonreír, de sentir magia y alegría.
Pero no era posible, no estaba permitido, no iba conmigo o con mi historia.
Eso no impedía que sintiese un tirón dentro de mi que me llevaba a esos escaparates llenos, a esos puestos aromáticos, a esas calles engalanadas sintiendo el hambre y el anhelo de lo que nos está prohibido sin saber muy bien por qué.


Llevo unos días de locos, sin tiempo (menos aún del normal) para nada, con mil cosas que hacer antes de mañana, listas, sitios, tiendas, encargos, cosas...me duermo por la noche en un minuto y al otro tengo que levantarme de nuevo con el cohete en el culo.
El lunes, entré en mi cuarta tienda de la tarde a toda mecha, me planté en el mostrador para pedir mi pedido online, mientras esperaba iba mirando a mi alrededor, la chica que arreglaba el pedido, los otros compradores, las otras tiendas, la chica me dió bolsa, todo preciosamente engalanado y al salir por la puerta me vi en un espejo, con cara de velocidad y varias bolsas colgadas del brazo y me di cuenta de que ya soy una de esas, de esas personas que se sienten felices, que sonríen, que sienten magia y alegría.

Me di cuenta de que las fiestas me han alcanzado con su rayo transformador y que se quedan atrás muchas historias, muchos llantos y muchas tristezas.
Por qué siempre, siempre, siempre, hay segundas, terceras y millonésimas oportunidades.
Por qué se puede cambiar, se debe luchar y a veces se gana.


La vida no es fácil, pero es preciosa hasta en los días en que más cubierto de mierda estás, aunque no te queden ánimos para apreciarlo.
La vida es arrolladora, imparable, imperfecta y cabrona, pero es la única que tenemos y si hoy estoy aquí es por qué un día me vi al final de mi vida arrepintiéndome de haber sido cobarde, por no ir a por lo que quería y decidí lanzarme a por ello, sin red, sin mesura, sin dudar.
Y si hoy estoy aquí es por qué lo intenté y gané y me siento terriblemente afortunada.


Ojalá el rayo os haya alcanzado en estos días.

Os deseo unas muy felices fiestas.

Queridos papis:

lunes, 6 de enero de 2014

Todo este tiempo oyéndoos decir que esto de los Reyes Magos lo hacéis por los niños, para mantener la ilusión, para ver sus caritas al encontrar los regalos...¡MENTIRA!
Esto lo hacéis por qué os lo pasáis bomba, por qué os hace ilusión, por qué aún sóis unos niños.
Pero no os preocupéis, os guardo el secreto, ahora que yo lo he probado, lo entiendo perfectamente.

El peor año de mi vida

martes, 31 de diciembre de 2013

Es aún noche cerrada, todo está en calma, oscuro, silencioso, papá ya no está por qué madruga muchísimo y en la cama sólo quedamos mi pequeño bebé y yo aún dormidas y perezosas.

De repente ella empieza a gimotear, ya no es un llanto desesperado cómo el primero de la noche donde reclama ser traída del moisés y hartarse de teta, es sólo un quejido que podría perderse en la quietud de la noche de no ser por qué mamá está programada para oírla y reaccionar.

En unos instantes, mi pequeña está prendida al pecho, succiona con calma, sin abrir los ojos y mueve sus pequeñas y calientes manitas arriba y abajo buscando mi cuerpo.
Alcanza mi brazo, mis manos, mi cara y por último mi pecho, pasea sus manos arriba y abajo, sus caricias torpes de bebé enternecen mi ya blandito corazón, beso su cabecita sudada que huele deliciosamente a toda una noche juntas, agarro su mano y la apreto, la suelto, recorro con ella mi propio cuerpo, le susurro y también gimoteo, cómo ella, cuando el sueño me vuelve a vencer.
Nos quedamos así, rendidas y derrotadas, ella abrazada a mi, yo rodeando su cuerpo, nos acurrucamos, nos dejamos llevar, todo se vuelve borroso, el mundo desaparece de nuevo, sólo estamos ella y yo, en un momento perfecto, en el lugar perfecto, en la postura perfecta, en la vida perfecta, llenas de amor, satisfacción y gratitud.

Soy tan tan tan afortunada...

Kit de supervivencia de la mami loca de atar pero feliz

martes, 17 de diciembre de 2013

Con la llegada del Pececito de Mar, las mamis nos enfrentamos a nuevos retos estilísticos a veces difíciles de superar.
Con unos 5 minutos de tiempo para ti al día, debes tratar de no parecer un zombi, aunque te sientas cómo uno y con tal de seguir sociabilizando es importante que no descuides tu aspecto e higiene básica, aunque los 10 minutos de la ducha los cambiarías gustosamente por 10 minutos de sueño más.



Mi kit básico para no ahuyentar al prójimo y mantener mi anatomía en unos mínimos aceptables es este:

1- En tu vida habías dado tantos besos:
Si tu labios suelen ser cual el esparto gracias a la deshidratción extrema y llevar los labios cortados forma parte de tu adn, recuerda que no es nada bonito que tu retoña acabe con la cara igual de arañada después de que la bese papá con su barba que mamá con sus morros piedrapomez.
Ya antes era una adicta a los protectores labiales pero es que ahora que me paso el día besando y besando y besando, los consumo en cantidades industriales. 
Yo uso el Bálsamo labial de mojito de (Malin + Goetz) no es muy pegajoso, huele muy bien y me hidrata mucho.

2+5- Entre los dedos de las manos te han salido membranas:
Nada más llegar de la calle te lavas las manos para coger y besar al Pececito de Mar, antes de darle teta te lavas las manos, antes de cambiarla te lavas las manos y después también, antes de darle el puré te lavas las manos y después también, antes de cocinarle te lavas las manos y después también...a estas alturas, entre tus dedos han salido unas membranas que te avisan de que ya estás lista para lanzarte al mar y sobrevivir en él, pasas más tiempo con las manos en remojo que secas.
Si voy a estar todo el día dale que dale con el jabón, al menos que sea uno que me guste y que no me deje las manos como una lija y con la excusa de que la lata era tan monórrima, no pude resistirme.
Ahora estoy usando el Jabón en lata VINTAGE, Ámbar Rosa de The Scottish Fine Soaps Company.
Huele que enamora y deja las manos suaves suaves.
Y para después o no para después, por qué soy igual de adicta a la crema de manos que al cacao para los labios,  Essence 24h hand Protection balm Strawberry Dark Chocolate, que aprovechando las fechas huele muy navideñamente y hace que me den ganas de chuparme los dedos.
Tengo otra igual de banana esperándome.
Y otra de Rosa de Bulgaria.
Y otra de Gengibre.
Y otra de...¡qué!, ¡ya os he dicho que soy una adicta a las cremas de manos!

3-No se ría, no se ría, de la Bruja, Avería:
Uno de mis grandes problemas en la vida es mi pelo, sí, me trae por el camino de la amargura.
No sé de quién lo he heredado, pero desde luego, me hizo un favor.
Tengo ese pelo que cuando era pequeña eran tirabuzones preciosos y que al ir creciendo fué experimentando eso de la estática y que no es ni liso, ni rizado, ni nada en concreto, pero que como no me peine después de lavarlo y le de alguna ayuda química, parezco la hermana perdida de Tina Turner.
Una vez seco, ya no se puede peinar, así que hay que asegurarse que antes de que se seque haya quedado en unas mínimas condiciones y como corro el riesgo de no disponer del tiempo necesario para adecuarlo al de un ser de esta raza debidamente civilizado, he descubierto una cosa maravillosa, una especie de crema que se pone en mojado y en seco y evita que cuando la gente me vea grite; - ¡¡¡La Bruja Avería!!!
Yanagiya PREXCEED Hair Cream (Tsubaki Oil) (140 g).

4+6- La felicidad se te nota en la cara (de loca):
Concretamente en eso que llaman arrugas de expresión, que son hermosas y otorgan personalidad y demuestran que has vivido y todas esas cosas.
Como soy una mami algo mayor y me encantan las arrugas de expresión, que quede claro que tengo desde los 15 años, pero a veces temo que en unos años me pregunten si el Pececito de Mar es mi nieta en vez de mi hija, le doy al contorno de ojos y a la hidratante como si no hubiese mañana.
Eso me asegura tres cosas importantes:
-No despellejarme como un lagarto de muda en el frío invernal.
-Que me sigan diciendo eso de que resplandezco desde que soy madre.
-Evitar el llanto desconsolado de mi bebé.
Yo uso para los fríos invernales para la cara Giovanni, D:tox System, Replenishing Facial Moisturizer, Step 3 y para los pinrreles de gallo Bee Naturals, Queen Bee, Peeper Keeper Eye Balm.

7- Un rayo de sol uo-o-o:
En catalán hay un dicho que dice, cara pigada, cara estimada, que pa que se me entienda en todas partes es, cara pecosa, cara querida pero sin la rima, claro.
Las pecas son muy bonitas sí, hasta que van creciendo y creciendo y dejas de parecer la hermana perdida de Tina Turner, para ir pareciendo su gemela por qué entre los pelos y el tono de la piel que te ha subido 7 tonos desde que saliste de casa y has vuelto, descubres eso de las manchas solares.
En el embarazo ya ni te cuento, como pilles el verano fijo te sale un simpático bigote de melanina que luego no te quita ni el láser.
Y como has pasado de ser un vegetal cuyo mejor plan era pasar el finde viendo series y pelis frikis, a estar todo el día haciendo el gamba por ahí al aire libre, si no quieres acabar siendo el doble con tetas de Cocodrilo Dundee, ya te puedes ir embadurnando varias veces al día en un buen protector solar.
Yo ahora estoy usando Kiss My Face, 50 SPF.

8- ¿Es un pajaro, es una avión? No, ¡es Purelan!:
Antes de estar embarazada me preguntas que qué es Purelan y seguramente te hubiese dicho que un detergente para lavar prendas de lana o algo por el estilo.
Antes de ser madre, las tetas me dolían bastante, o eso creía yo, pero los pezones no.
Con la maternidad recién estrenada si te han dado puntos, siempre llega el día en que te preguntas:
-Mmmmm, a ver, ¿qué me duele más, el cosimiento del toto o las heridas sangrantes de los pezones?
Difícil elección, sí señora.
Habrá opiniones de todo tipo, mamis más del dolor de toto y mamis más del dolor de teti, pero sea cómo sea, cuando te quejes del dolor de teti todos en tu entorno te dirán eso de:
-¿Y ya te has puesto el Purelan?
El Purelan oiga, la nueva piedra filosofal de la maternidad, el Santo Grial, el descubrimiento más importante después de la Penicilina, el Soma tetorril, el no va más del no va más.
Da igual con quién comentes el tema, con tu vecina, con tu comadrona, con tus compañeras del trabajo madres recientes, con la farmacéutica, invariablemente si hay dolor de teta, hay pregunta.
¿Purelan?
Lo único malo de esta crema milagrosa, es que no es milagrosa.
Que yo no digo que no haga nada, que no vaya bien, que no haya salvado la lactancia a miles de millones de mujeres, no, no digo eso.
Digo que para hidratar y proteger el pezón es estupenda, pero que cuando tienes una grieta con herida desde hace tres meses, pues milagros tampoco hace, vamos, que no es como depositar una gota de sangre de vampiro que todo lo regenera y cura.
Pero que vaya, para lo que es , para proteger, hidratar y preparar, pues sí, va muy bien y yo aún tengo un botecito a estas alturas de la mamancia, digo lactancia.
Medela purelan 100 nipple cream, se compra en cualquier farmacia.

Y hasta el aquí el kit de supervivencia.
Si te ha gustado algo, he dejado los enlaces.
Si te animas a comprar en IHerb, una página americana de entre muchas cosas, cosmética, mucha de ella con ingredientes naturales y barator barator, en tu primera compra te puedes beneficiar de un descuento de 5$ o 10$, depende de promociones que hacen, metiendo el código POC477 o siguiendo este enlace:
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Mi vida es un infierno

viernes, 13 de diciembre de 2013

Hace mucho tiempo que no escribo, os preguntaréis si estoy viva (o no) y qué me ha pasado.
La respuesta es muy sencilla; mi vida es un total y completo infierno.

Por mucho que te hayan dicho y por mucho que te hayas mentalizado, nadie te prepara para lo que estoy sufriendo, mi vida se ha convertido en una lucha continua, en un sinvivir, ataques de pánico, carreras por la calle, peleas en cualquier parte, me siento como un león en la selva luchando a vida o muerte, a cada instante.

Es complicado decirlo, atrevido y hasta arrogante, pero he de confesar que...mi hija es demasiado guapa, demasiado simpática y demasiado salá.

Oh, qué bien, estaréis pensando, o tal vez, anda exagerá, ya será menos y yo os digo, no, no es para menos y de bien nada, ni os imagináis el tremendo esfuerzo que deben hacer los padres de una criatura como la mía.
Mando a Papá Calamar a por un par de cosas a la tienda de al lado, 5 minutos, 10 a lo sumo se tarda en hacer el trámite, y sin embargo él llega media hora después, despeinado y ojeroso y me dice con un hilo de voz:
-Lo siento, es que todos querían ver al Pececito de Mar, todos querían tocarla y que les sonriera, ha sido terrible, no me dejaban irme.
Y esto no es una excepción no, esto pasa cada día, todos los días, así cerramos la puerta de casa a nuestras espaldas, creamos escenas de pánico e histerismo allá a donde vamos.
Como el día que la antipática vecina del segundo que sólo se paraba para meterse con nosotros, le dió al ascensor, paramos en su planta pero íbamos llenos, cuando nos vió se dió cuenta, dejó que se cerrara la puerta y en el último instanté recordó a nuestra hija y entonces, abrió la puerta de una ostia y gritando presa del pánico se metió dentro del miniascensor vociferando:
Y la niña, y la niña, quiero ver a la niiiiiiiññññaaaaaaaaaaa!!!!!!!!

Es tal el poder de convocatoria que tiene, que en el metro he de levantarme para bajar una parada antes, por qué sino, no llego a las puertas a tiempo de la de veces que nos paran de lo que va del asiento a la puerta del vagón.
Las abuelas del barrio ya no dan la vuelta a la manzana, persiguen el carrito o al progenitor porteador tal cual nos ven salir del portal.
La gente del barrio ya no va a hacer las bravas o a tomar el café del domingo de la mañana, vienen a sentarse en la mesa de al lado a ver si les cae una sonrisa de nuestra retoña.
Es que lo suyo es tan exagerado que hasta los chicos adolescentes se paran a mirarla, chicos adolescentes!!!!! el no va más del antibebé, hasta ellos babean embelesados ante los ojazos de mi niña.
Estamos agotados, el día que no salimos a la calle, hay manifestaciones frente a nuestro balcón, desde los terrados vecinos nos ponen pancartas, de verdad que no podemos más!!!

Es por eso que no tengo tiempo para nada, pero para nada de nada.


*Estoy loca de atar, lo sé, pero soy una loca feliz.

Novatadas: El carrito menguante

domingo, 28 de julio de 2013

Voy a empezar diciéndoos una cosa importante que yo cumplí a medias y de la que me arrepiento un montón.
Dejadlo todo, pero TODO, preparado antes de que nazca vuestro pececito de mar.
Todo lo que dejéis para después, cómo os toque un gremlin de los míos, lo pagaréis caro.
Así que por pequeña que os parezca la cuestión, procurad que a la llegada del peque no se unan tareas pendientes que ya podríais haber solucionado, por qué cuando estéis preñadas, por empanadas que os halléis, estaréis más lúcidas que un premio nobel de la ciencia comparado con lo que os espera.

Cuando nació mi pececita de mar experimenté el mayor estado posible de empanamiento mental que he tenido en mi vida.
Digo esto para que se entienda mejor lo que viene a continuación, por qué sino pensaréis que tengo algún tipo de tara mental o algo y de normal soy bastante despierta, pero recién parida simplemente me dejó de funcionar el cerebro, era cómo si lo tuviese en las tetas y mis tetas estaban sufriendo un duro reto amamantatorio basado en heridas, estrujamientos, inflamaciones y dolor absoluto y eterno.

Mi hermano tiene un hijo de 4 años ahora, por lo que por suerte nos ha cedido multitud de cosas suyas que hemos podido aprovechar.
Una de ellas, el carrito para el bebé, uno de esos que primero es canastilla y luego sillita.
La sillita está hecha mierda, claro, pero la canastilla está casi nueva ya que la usaron muy poco.

Yo no tengo ninguna experiencia en útiles de bebé y lo de montar el carrito se quedó para el post parto, así que un día nos pusimos, lavamos todo lo lavable, montamos el carrito y hala, a la calle a correr mundo.
Lo cierto es que desde el primer día vi que algo no estaba cómo debía, pero cuando trataba de pensar en ello sufría un ataque tetil en la mente y ahí quedaba todo.
Estuvimos así durante semanas, yo ponía a la pececita de mar en el carrito y me quedaba con esa extraña sensación pero mi mente no alcanzaba a ver qué estaba mal.
Un día que nos tocó subir el carrito por unas escaleras bastante largas, me puse en la parte de abajo del carro mientras Papá Calamar iba arriba de espaldas y entonces tuve la clara sensación de que el Gremlin estaba un poco demasiado para arriba, con la inercia ella quedó muy pegada a la cobertura superior del carrito, como digo, demasiado pegada y yo con la sensación de que iba a salir despedida en cualquier momento.

Pocos días después, en una terraza, había una chica con un carrito parecido al mío y no pude evitar darme cuenta de que su canastilla era como una bañerita, mucho más honda que la mía y me quedé pensando ¿y por qué no tenemos nosotros una de ésas?
Y ataque tetil mental.

Cuando la pececita de mar ya tenía dos meses, celebramos el cumpleaños de mi sobrinito, la peque iba de brazo en brazo hasta que llegó el momento que la pusimos en la canastilla del carro, cosa que hizo mi cuñada.
La puso, la miró, se alejó un poco, se acercó, la sacó y me dijo:
-Oye, la canastilla está mal.
Yo me la quedé mirando sin entender mucho qué quería decir, por qué la canastilla es de una sola pieza así que a pesar de mi tetiempanada, no la podía haber cagado mucho.
-No sé qué quieres decir- le respondí.
Ella me miró riéndose y me dijo,
-Llevas la canastilla plegada.
Yo entendía cada vez menos.
-Ein?
-Que sí mujer, que te la dimos comprimida para ahorrar espacio, pero que para usarla la debes desplegar.
Y entonces sacó la canastilla, buscó una cremallera que la recorría de extremo a extremo, la abrió y tachán!!!!!!
La canastilla pasó a ser el triple de fonda de lo que era hasta ese momento.
Ni que decir que toda mi familia moría de la risa y yo de la vergüenza, cómo no.

Dos meses llevando al Gremlin a ras de la canastilla y aún no sé cómo no salió volando en una maniobra brusca, la verdad.

Cinco meses de locura

domingo, 21 de julio de 2013

Y no cambiaría
ni un solo llanto, tuyo y mío
ni una hora de insomnio
ni un cambio de pañal
ni una grieta en el pecho
ni una medalla en la ropa o en la piel
ni una papilla en el respaldo de la hamaquita
ni una vomitona
ni una noche en vela
ni un mordisco
ni una mastitis
ni un susto
por qué tal y como te parí,
eres perfecta.



*Dale tregua a tua papis, que tú eres perfecta pero ellos aún no se han acostumbrado y andan hechos mierda.


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