El truco del manco

lunes, 17 de agosto de 2009

El cine español es un cine extraño, se hace en un país con una considerable producción de películas, tiene directores conocidos en todo el mundo, películas que se ven en todas partes y es un cine a tener en cuenta por casi todos los certámenes cinéfilos.
Pero cada día está más alejado de lo que verdad importa; el público y ese público se queja de que está harto de que siempre le den lo mismo, que está harto de la guerra civil, de las películas costumbristas, de la cutrez, de las comedias simples...

Hacer una película no debe ser nada fácil, es un arte caro, dónde se necesita de la participación de muchos y variados profesionales y muchas veces uno ve una película, sin duda, cara de narices, cuyo resultado final, con efectos especiales incluidos, es decepcionante, un derroche de tiempo y dinero.
Y otras veces, ves una película, sencilla, rodada con cuatro duros, con actores desconocidos y cuando termina te deja conmocionado, ¡pero que buenas es!, así que cosa de dinero no debe ser, no, la calidad de una película, no depende del dinero, depende de otras cosas.

Este fin de semana he visto, El truco del manco, ganadora de tres premios Goya, mejor director novel, mejor actor revelación y mejor canción original, ¿porqué? por qué es una película redonda, sobria, honesta y sin concesiones que habla de cosas que cualquiera puede salir a la calle y comprobar, sí, sí, mundos distantes que rozan el nuestro, gentes marginales con las que compartimos espacio y fracciones de nuestras vidas, calles duras, gentes marcadas, barrios chungos, aquí, en mis calles, en mi ciudad, en sitios que conozco, sitios en los que estuve y ví, ví lo mismo, sitios dónde se decidió hacia que lugar iría en un futuro próximo y nadie puede saber en que momento su destino podría haberse torcido para terminar siendo uno de los personajes de esta película.

Rodada con actores no profesionales, en el extraradio de Barcelona, y ciudades del alrededor, nos cuenta la historia de Cuajo y Adolfo, el primero sufre paralisis cerebral, que se traduce en una movilidad muy reducida, Adolfo tiene un padre alcohólico y se refugia en las drogas para olvidar que la vida es una mierda; son Mr. Cabreado y Don Vinagreta y no, no son un dúo cómico, tratan de sobrevivir y hacer realidad un sueño, montar un estudio de grabación.

Si conocéis algo de la película sabréis que la frase más famosa de la película es cuando Cuajo le dice a Adolfo, gritando, cómo siempre,
-A mi no me digas que no se puede- sintetizando en esas palabras, una voluntad de superación feroz por parte del protagonista, una fuerza arrolladora que tiene su motor en la rabia pura y dura ante una familia que lo desprecia y una sociedad que le tiene lástima.

Os dejo el trailer de la película,de Santiago A. Zannou y el vídeo, interpretado por El Langui.
Por cierto, el vídeo, sensacional, rodado en el recinto de viviendas de una amiga mía.






5 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Desde luego, parece profundo y sin concesiones.

Ender dijo...

Pues sí, lo es,la vida en las periferias de las grandes ciudades, es complicada.

suculentas en venta dijo...

Hola Noxi...cuanto tiempo verdad?

Ya sabes que he tenido un verano muy movido...

Iré a ver esa película. A pesar de que mi excesiva sensibilidad me hace huir de ese tipo de películas que me dejan echa polvo una temporada. Porque me siento impotente ante esas situaciones.

Soy consciente de que la actitud de mejor no lo veo es la del avestruz. Pero ultimamente utilizo el cine como distracción y huyo de las pelis que me encojen el corazón. Creo que no tengo edad para eso.

Tienes relativamente razón en lo del dinero y las buenas pelis. Y digo relativamente porque eso depende sin duda, de la historia que te vayan a contar. Contar algo sobre sentimientos y problemas de la vida cotidiana no tiene por qué ser excesivamente caro. Y si además utilizas a no profesionales con un caché mucho más bajo menos. Cuando se utilizan no profesionales (recuerdo el vaquilla) se suelen utilizar personas que han vivido situaciones parecidas, a las que sin ser profesionales por haberlo vivido, les va a costar menos interpretar el papel... Es el caso de esta película? o simplemente son actores no conocidos?

Bsucos

Ender dijo...

Uy, Daisy por aquí :D

A mi me pasa al contrario, a pesar de mi excesiva sensibilidad voy de cabeza a ver esas películas, mi único límite es cuando se recrean en la violencia, que entonces paso de verlas, por qué sufrir para nada, no me apetece.

Sí, claro que depende de la historia que te van a contar, si es una de ciencia ficción, sin dinero es más complicado.
Creo que en la peli más bien son chavales de las periferias, no sé hasta que punto lo que cuentan es autobiográfico, dependerá de lo marginales que sean.
Lo que está claro es que el protagonista padece de verdad la parálisis, así que mucho de lo que cuenta, será verdad.

suculentas en venta dijo...

Interpretar nuestro propio papel siempre es más facil y resulta más convincente

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