Feliz día

viernes, 25 de diciembre de 2009

Hoy no os voy a desear feliz Navidad ni nada por el estilo.
Y no es que quiera que en esta fecha tan señalada no seamos felices todos y cada uno de nosotros, nada de eso.
Es que como decía mi madre, he sido siempre muy rebelde y me gusta ir contracorriente, aunque en esto último se equivocaba, no es que me guste ir contracorriente, es que no me gusta que me hagan ir para donde es evidente que no voy.
No os voy a desera feliz Navidad, por qué me parece una tontería.
La Navidad, queridos todos, no es más ni menos importante que el 15 de mayo o el 21 de octubre o el 1 de febrero, y aunque sé que mucha gente cree que es importante por el hecho de
tener que estar reunidos en familia, no puedo estar más en desacuerdo.
Todos y cada uno de los días de nuestra vida son importantes y especiales, y todos y cada uno de ellos deben ser vividos con alegría e ilusión, en todos y cada uno deberíamos ser solidarios, generosos y amables; y sí, sé que no es así, sé que en la mayoría de los casos nos dejamos arrastrar por las preocupaciones, por el agobio, por el desánimo, por la decepción.
Sé que ni mucho menos somos solidarios, generosos y amables la mayor parte del año, pero también sé, que a poco que lo intentemos podemos construir con nuestro esfuerzo una red que pare los golpes de los demás y los podamos transformar en algo positivo; o al menos, que podamos parar el golpe y no transmitirlo a otro.
Sé que no se puede cambiar el mundo con un chasquido de nuestros dedos, sólo podemos cambiar nosotros. Pero cuando alguien me trata mal, cuando alguien me agrede, cuando alguien se hace el listo conmigo, si en vez de devolver el golpe con la misma agresividad, si en vez de enojarme, si en vez de reaccionar mal y volverme contra esa o cualquier otra persona de mi entorno, soy capaz de que no me afecte y no volverlo contra los demás, entonces, habré cambiado el mundo.

Y no os voy a desear una feliz Navidad, pero sí os deseo que en el día de hoy, como en cualquier otro, seáis muy felices, estéis con quién estéis y estéis donde estéis.

5 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Yo también deseo para ti que el resto de tu vida , que empieza hoy, sea feliz y luminoso.

Candela dijo...

Creo que las navidades se nos van convirtiendo con los años en algo triste por esa obligación de unión familiar que nos lleva a recordar la nochebuena pasada y otras anteriores, las risas, las presencias, las comidas y quienes las prepararon, como si ya cada una de esas nochebuenas nos pusiéramos el chip de recordar para siempre. Quizás hubo otros días y otros encuentros más entrañables, quizás no tan masivos, que no toman ese cariz de fecha histórica. Luego, un día falta alguien, o ya no puede preparar aquella comida y viene la melancolía.

Por eso tu post me gusta en particular, porque da importancia no a un día o una noche del año, sino a todos los momentos vividos. Y nuestra obligación y derecho a disfrutarlos no sólo en pasado sino en presente. Feliz navidad.

diego dijo...

Estoy de acuerdo contigo, Ender. El día de Navidad fue el primer "día de" de la historia. Luego vino el día de la madre, el día del padre, el día del abuelito, el día del emigrante el día sin coches, etc., hasta que ya los 365 días del año son días de algo. Excusas para seguir la ruleta del consumo innecesario. Te deseo una feliz no-navidad, aunque levantaré mi copa de cava por ti, algún topicazo hay que conservar...

Chelo dijo...

felicidad perpetua para ti Ender, no está nada mal salirse de la fila, muchos besos!!!

PD: estoy de acuerdo en que con un poquito de interés los 356 días del año conseguiríamos muchas más cosas, pero siendo realistas, las fechas "señaladas" siempre mejoran un poco las relaciones (familiares, con amigos, con la portera...) qué le vamos a hacer

Ender dijo...

María Jesús, muchas gracias, ojalá sea así y por descontado, para ti también.

Candela, a mi nunca me gustaron las Navidades, a pesar de que tenía la familia dispersa por todas partes y nos las pasábamos de celebraciones, siempre se acababa hablando de lo mismo, de los que no estaban y a mi me afectaba bastante.
Después simplemente las llegué a odiar.
Finalmente pasé de odiarlas a que me fueran indeferentes y este año, a raíz de un nacimiento, estamos tratando de que vuelva a tener algo de sentido para nosotros, y sobretodo, que sea algo voluntario y agradable; creo que la primera vez lo hemos conseguido.

Hay muchos días más felices y mejores que Navidad, más entrañables.

Diego yo es cada día celebro menos cosas, no le veo sentido digan lo que digan.
Espero que la copa del brindis fuese con un buen cava.

Chelo salirse de la fila no está mal, claro que no, además a mi me tienen por rara y ya nadie se espanta de todas las cosas que hago distintas :D
Más vale por fechas señaladas, que nunca, por supuesto.

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