Abstemia de género

jueves, 25 de marzo de 2010

A veces, cada vez menos gracias a estas obras faraónicas nuestras, vamos yo y mi medio pomelo a un bar/restaurante y yo me pido una cerveza y él una cola, o yo una copa y él un café, o sea, yo alcohol y él no.

Hace ya tiempo que cuando esto pasa, observamos atentamente al camarero o camarera que nos atiende.
El proceder es el siguiente, pide uno de los dos la consumición de los dos y esperamos a ver a quién le pone la cervecita o la copa y a quién el café o cola.

A veces, las menos, cada uno pide lo suyo pero no tiene la misma gracia al menos de cara al experimento.
Según nuestra experiencia, si yo he pedido mi consumición, traerán el alcohol y me lo servirán a mi si el camarero o camarera tiene buena memoria, sino, aunque sea yo quien lo ha pedido se lo pondrá al medio pomelo.
Si no se le ha especificado al camarero o camarera para quien es el alcohol pregunta y me lo pone a mi.
Si el camarero o camarera no pregunta, siempre le ponen a él el alcohol.

Con mi cervecita delante y él con su cafelito, discutimos amenamente a que se debe este comportamiento y llegamos varias conclusiones, por ejemplo, que en la mayoría de parejas heterosexuales ellas no beben por lo que es extraño encontrar mujeres que beban y hombres que no en la misma pareja.

Por otro lado, cuando estás en un restaurante y el camarero o camarera trae un plato a la mesa, a no ser que tenga una memoria de elefante suele preguntar para quien es el plato, por que parece ser que en cuestión de comida no hay un género predefinido.

Otras veces, llegamos a la conclusión de que es una cuestión educacional, la creencia que ellas beben menos que ellos y por eso el camarero o camarera llega a una conclusión errónea, la conclusión generalizada con la que tiene menos números de cagarla.

Y mi duda final siempre es la misma, ¿esta forma de actuar es machista, presuponer que una mujer por el hecho de ser mujer no bebe y un hombre por el hecho de ser hombre sí, o sólo es fruto de la experiencia cotidiana que les dice que ellas son menos bebedoras que ellos?

11 comentarios:

Candela dijo...

Pienso que es una cuestión de experiencia. En efecto, las mujeres "solemos" beber menos que los hombres, aunque no sea una regla general.

Hace ya muchos años que, a la hora de dar a probar el vino, si van un hombre y una mujer, suelen preguntar quién desea probarlo. En el darlo al hombre porque sí, ahí sí veo tintes machistas. Vale que seamos menos bebedoras, pero no está dicho que no seamos expertas en sabores de vinos.

Chelo dijo...

Etoy de acuerdo con Candela, las cosas van camibando poco a poco en este terreno.
Lo de poner el copazo al hombre y la cola a la mujer es un poco de mentalidd machista... para mi gusto. Es como cuando pides ensalada y filetón y te endiñan a ti la lechuga por ser mujer, machismo o poca vista....

mariajesusparadela dijo...

Creo que hay que cambiar también en eso.

Ana dijo...

Es una de las cosas que me sacan de quicio... si a eso le unes que el camarero cuando tú, mujer, pides la cuenta, se la planta delante a él, ya puede despedirse de la propina y de mi próxima visita... Creo que es un comportamiento machista y espero, como dice Chelo, que esto poco a poco vaya cambiando...

Sílvia dijo...

Pasa lo mismo con el café y el cortado. ¿A quién le ponen el café y a quién el cortado?

suculentas en venta dijo...

Hola Noxiender...

Yo no creo que sea machista, creo que responde a la falta de memoria y a la estadistica.

Y es que aunque los tiempos han cambiado, sigue habiendo más hombres que beben alcohol que mujeres.

Y como la excepción confirma la regla, al hilo de esto te cuento que hoy, ya ayer, hemos comido en un restaurante mi medio y yo y la camarera nos ha preguntado ¿Quién de los dos probará el vino? Confieso que yendo con hombres nunca antes me lo habían preguntado.

Besucos

Te envío email

Ignacio dijo...

Yo también creo que es más una cuestión de estadística.
Si un camero, por ejemplo, planta el copazo al hombre y la cola a la mujer, se equivocará menos veces que si lo hace al revés. Y lo mismo ocurre a la hora de pagar la cuenta.
Por lo menos cuando yo trabajé de camrero era así.

Ender dijo...

Candela, en todas las ocasiones que nos han dado a probar el vino, menos en una, en un hindú al que vamos bastante y nos conocen y preguntan quien quiere probar el vino, más que nada por que la primera vez que se lo pusieron a mi medio nos cachondeamos tanto del tema que ni muertos querían pasar otra vez por eso, se lo han ofrecido a los hombres de la mesa.

Chelo, como ninguno de los dos pedimos ensalada nunca me ha pasado eso XD

María Jesús, es verdad, tenemos que beber más XD

Ana, eso molesta mucho, la verdad, pero más mosquea que hayas pagado tú y le devuelvan el cambio a tu mitad hombre...

Eli, el café a él supongo.
El cortado es más de chicas? a mi no me gusta, si pido café, lo hago poquísimo casi no tomo, lo pido solo.
Eso sí, pedir un café solo descafeinado tiene su complicación, yo digo,
-quiero un café SOLO descafeinado de máquina
y me preguntan,
-el café solo?
Siempre, siempre, siempre, siempre, siempre.
Debe ser que los descafeinados sólo son cortados o con leche, sino no lo entiendo, de verdad.

Pues eso Lur, que lo de probar el vino se lo ofrecen siempre a los maromos.
Por cierto, mi medio no tiene nada de paladar y cuando se lo ofrecen lo pasa fatal, jajajajaja, una vez estando con unos amigos le ofrecieron probarlo y dijo que no, se lo dieron a probar al otro hombre de la mesa, que es abstemio y dijo que no, el camarero nos miró a las chicas estupefacto sin saber que hacer hasta que le dije,
-tú ponlo en las copas que seguro que está bueno.
Eso sí, al abstemio también le puso.

Ignacio, pues como le decía a María Jesús, hay que revertir esa tendencia, las mujeres tenemos que beber más XD

Ignacio dijo...

Bueno, tenéis que beber más...si queréis, tampoco es obligatorio. :)

Sílvia dijo...

Sí, Ender, el café para él, el cortado para ella. No me preguntes por qué. Con lo poquito que cuesta preguntar para quién es cada consumición.

Me sorprende lo que decís del vino, según mi experiencia, lo normal (úsease, lo más frecuente) es que el camarero pregunte quién va a probar el vino.

Nosotros la mayoría de las veces decimos que lo sirvan directamente. Es muy raro que te sirvan un vino que esté mal, y si está mal te lo retiran aunque no lo hayas probado.

Hablo de vinos normales, no de botellas que cuestan un potosí...

Ender dijo...

Ignacio, a mi no me parece mal lo de beber más :DDDDDDDD

Bueno, nosotros como no tenemos suficiente paladar para diferenciar si es bueno o malo, para que vamos a pasar por la humillación de probarlo XD

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