Malas compañías

sábado, 10 de diciembre de 2011

Yo he sido siempre la clásica niña buena, obediente, tranquila, cumplidora de toda regla, etc.
Así que la primera vez que escuché de mi que era una mala influencia me quedé un poco perpleja.
A partir de aquella primera vez, lo oí muchas otras veces más y con el tiempo, más y más y más.

Los novios de mis amigas me temen y son los que más a menudo plasman esa idea de que soy persona a evitar, da lo mismo sobre qué, una peli que ir a ver, una iniciativa social, una tarde de chicas, un partido al que votar, compras extrañas por internet...siempre estoy metida en todas las salsas, como se suele decir y es que no me puedo estar quieta, lo reconozco.

No me había dado cuenta, pero debe de ser cierto, por que el otro día en el trabajo, caí en que ya la había vuelto a liar y los enlaces de páginas chulas en la que gastar los euros que tanto cuestan de ganar, saltaban de mail en mail, generando una cadena de necesidades incuestionables.

Y al final, a estas alturas, despojada ya de la careta de niña tímida y modosa que me encasquetaron hace años, me doy cuenta de que tengo la gran habilidad de liar a cualquiera en casi cualquier cosa.
Poder de convocatoria, lo llaman.

Voy a pensar nuevas maldades a perpetrar.
Muajajajajajajajajajajaja.

3 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Los que no saben ser libres y responsables te llaman "mala compañía". Como yo también lo soy (y tengo poder de convocatoria), riámonos juntas.

emejota dijo...

Ja,ja. Di que sí, resulta de lo más entretenido. Bs.

Ender dijo...

Pues vaya dos XD

Entretenido y estimulante :D

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