A cucharadas

miércoles, 15 de abril de 2009

De las muchas cosas extravagantes, alucinantes, poco apropiadas o inverosímiles, que me han contado en un trabajo, hay una que recuerdo especialmente.

Hace ya bastantes años, compartía mesa con una chica de unos 22 o 23 años, delgada, nerviosa, de aspecto maquinorro, que fumaba cómo una carretera y hablaba poco.

Llevaba unos días trabajando con nosotros, que éramos un grupo dispar pero bien avenido, y supongo que llevada por el buen rollo del ambiente, y hablando de no sé qué cosa, nos contó que ella llevaba muy mal esto de que los tíos le dijeran cosas por la calle.

Otras compañeras y yo misma, secundamos su malestar ante el macho ibérico que va por la vida diciéndole cosas a toda entidad femenina con la que se cruza, y encima ante el gruñido o ex abrupto que se le da por respuesta, se molesta y si se tercia la insulta.

Sin embargo, ella, iba más allá, según nos confesó, o al menos, una vez, había ido más allá.

Andaba una noche por la calle, a toda prisa, cuando se dio cuenta de que alguien estaba detrás de ella.
Se giró para comprobar quién era, vio que era un hombre marroquí de cierta edad, o sea, que no era un veinteañero ni un abuelo, más no supo concretar, y siguió andando, no mucho más tranquila.
El hombre, aceleró el paso, y al pasar junto a ella le dijo:
-Te voy a comer el coño a cucharadas!!!!- adornando la colosal frase con una expresión lasciva para acabar de dar credibilidad a la promesa.
En ese momento, venía por el otro extremo de la calle, el novio de la susodicha, puesto que habían quedado justo delante del párking dónde aparcaban la moto, más o menos, dónde estaba el hombre en aquel momento.

La muchacha, con mucho orgullo y cierto brillo salvaje en la mirada, nos contaba que en ese momento, se hartó de aguantar cerdos cómo esos, que venían a nuestro país y cuando veían a una mujer sola, la agredían verbalmente, cómo acababa de hacer aquel sujeto y entre el valor que le dio la rabia que se iba apoderando de ella y ver al novio venir de cara, decidió darle un escarmiento que nunca olvidaría.

Salió corriendo tras el hombre, lo alcanzó delante de la cuesta del parking y soltando un grito le dio un golpe con el casco que llevaba colgado del brazo ,en los hombros.

El hombre, cogido por sorpresa se tambaleó y se enfrentó a ella, que estaba gritándole una serie de insultos que no voy a reproducir; el novio, sin entender que era lo que pasaba se acercó corriendo justo para presenciar cómo ella le pegaba el segundo golpe de casco, esta vez en la cabeza, y a gritos mezclados con los insultos, le explicó lo que él le había dicho.
Y claro, cómo no, él, arremetió también contra el hombre, dándole golpes a su vez, con su propio casco hasta derribarlo; entonces siguieron con las patadas mientras coreaban poseidos:

-Así aprenderás, así aprenderás...

Todos nos habíamos quedado mudos, esperando el desenlace de la cruel hazaña, helados por el entusiasmo con el que nos narraba la historia, cada vez más exitada y segura de si misma, cuando interrumpió justo ahí el relato.
Encendió un cigarro y le dio una calada con soltura.
-Y que pasó?-preguntó alguien.
-Pues nada- nos dijo ella- cuando nos cansamos de pegarle, nos marchamos.
Lo dejamos ahí, cogimos la moto y nos largamos.
-¿Y no llamásteis a una ambulancia?
-No, claro que no.
Sólo fueron unos golpes, un poco de sangre. Seguro que ese, ya no le dice nada más a una mujer.
Y sigió fumando tranquilamente.


El silencio se había apoderado de la habitación, nadie preguntó nada más, cosas cómo por ejemplo, cómo sabía ella que las heridas no eran graves, o por qué una vez en el suelo, habían seguido golpeándole, o qué creían que iban a conseguir con eso.
O cientos de preguntas más.
Sólo silencio.
Pero lo más aterrador, una vez pasado el momento, cuando ella se fue apagando y desdibujándose pasados sus 15 minutos de gloria, fue escuchar algunos murmullos a sus espaldas que decían:

-joder que fuerte...pero es verdad que se lo merecía!

20 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Terrible, Ender. Desgraciadamente, además de los dos agresores y el comentarista, que manifiestamente mostraron su calaña, los demás, los que no sentimos igual, nos callamos...Y es el silencio de los buenos lo que permite la barbarie de los "malos"...

Cristina dijo...

Qué alucine, no?.

Cuando me han dicho algo obsceno por la calle, qué remedio, me he tenido que aguantar, pero, eso sí, he puesto cara de ajo :).


He de reconocer que algunas veces me han dicho cosas que me han hecho sonreír, nada obscenas y bastante imaginativas....

Ender dijo...

María Jesús, ante estos casos lo que uno se plantea es, ¿sirve de algo decirle que está mal a una persona que claramente, ha disfrutado tanto con lo que ha hecho?

iolanda dijo...

Me parece un tanto exagerado el agredir a alguien por un insulto (obviamente, bajo mi punto de vista, piropo es decir algo agradable que te puede hacer hasta sonreir)

Si bien es verdad que se lo pudiera merecer por la falta de respeto que ha mostrado, soy contraria a la violencia, no creo que eso les pare a nadie, es mas puede provocar violencia en quien esté latente...

Y si a mi me lo cuentan asi tan fríamente miedito me daría.

besitos

Ender dijo...

Haw, a mi me hace puñetera gracia que me digan nada.

De todas maneras, ante esto me planteo dos cosas.

-De no haber sido un marroquí, ¿la muchacha hubiese reaccionado tan mal?
O mejor dicho, ¿se hubiese atrevido?

-¿Era lícito el cabreo monumental que se pilló la muchacha (he dicho cabreo que no agresión)?

Me explico, después del momento de tensión, dejé pasar un rato y hablé con ella, le pregunté si siempre reaccionaba así cuando algo no le gustaba y me dijo que no, que sólo lo había hecho esa vez.
Profundizando un poco en el tema, llegué a la conclusión de que ella, se había sentido agredida repetidamente por hombres marroquíes en su barrio, que le decían cosas que le molestaban mucho, cosas obscenas.
El caso, es que también había hombres españoles que se lo decían pero su línea argumental era la siguiente.
Eran hombres que tenían una religión que menospreciaba a las mujeres, leyes que las humillaban.
Llegaban a un país dónde eso era distinto (de esto podríamos hablar mucho) y se comportaban de una manera ofensiva, de una manera que de ser a la inversa, traería problemas.
Así, que harta de aguantarlo, ese día explotó.
Su argumento era, esto allí no se lo dejarían hacer a un español, pero aquí ella tenía que tragar con algo de lo que no podía defenderse y ese había sido el desencandenante de su explosión.

Ender dijo...

Ioli, el problema aquí es que hubo una primera agresión, la del hombre que desencadenóa una reacción, en este caso desproporcionada.

Sí, a mi me dio miedo cuando lo contó, sobre todo por el orgullo que mostraba.
Sin embargo, luego a solas, la cosa cambiaba mucho, ya no se pavoneaba y ante la duda de si lo que habría hecho estaba mal que introduje en la conversación se mostrós sorprendida, es que no se lo había planteado.

iolanda dijo...

Ender, yo puedo entender todo el razonamiendo que ha dado, y estoy de acuerdo con el mismo, pero es eso, razonamiento, un insulto (efectivamente es agresión verbal) se pede debatir, incluso es fácil contestarle razonando incluso groseramente y aunque lo más normal es que muestre desdén, las palabras quedan dichas y el desahogo también, sin necesidad de golpes físicos.

Ender dijo...

Ioli, eso le dije yo, pero ella decía que la agresión no era la misma, si ella contestaba él se quedaba igual y por eso esa reacción le serviría de escarmiento.

Cristina dijo...

A ver, un momento :).

Cuando te encuentras un salido que te suelta cuatro barbaridades obscenas, si eres mujer, como es caso de las comentaristas que aquí estamos, el cerebro automáticamente despliega mecanismos de defensa, o sea, te da repelús y, según las circunstancias, incluso miedo. Esto es así, porque nuestros cerebros piensan en la posibilidad de que el tipo pase a la acción.

Yo creo que no es el caso de cuando te sueltan un piropo. Pero, vamos, mejor que no digan nada, porque da mucho corte, es verdá.

Y mezclar en todo esto tintes religiosos o de raza, me supera. No puedo con según qué argumentos.

:))))

Ender dijo...

Haw, te ha faltado decir eso de que no hay mezclar churras con meninas :DDDDD

De todas maneras, aunque una cosa no tiene que ver con la otra, la realidad Haw, es que sí tiene que ver.
En un mundo ideal, que sabemos que no es el nuestro, las acciones valen lo que son, no por quién las realiza, pero en el mundo real, cuando alguien hace algo no es sólo lo que hace sino quién lo hace.

Cristina dijo...

Sí, Ender, tienes razón, el mundo es el que es, y, por muy perfectos que queramos ser, todos tenemos prejuicios.

:)

Ender dijo...

Percibimos el mundo a través de la emoción y no de la razón, por eso pasan las cosas que pasan.

Y encima luego tenemos problemas para desarrollar la parte emocional y acabamos en terapias por qué somos demasiado racionales :DDDDDDDDDDDDDDD

Es un esfuerzo educar la mente para que pueda discernir entre lo que es un prejuicio o una percepción personal y lo que es una idea objetiva.
Además el entorno hace mucho, si todo el mundo da por sentado que las cosas son así y que darle una paliza a alguien por eso es normal, pues acabará pareciéndoles bien, normal, vaya.

mariajesusparadela dijo...

¿Sabes lo mejor? No solo has provocado un maravilloso debate, sino que escribiendo eres de lo mejorcito de internet:cumples todas las normas que dan los profesores de literatura :el truco está en el principio y en el final (cuando en el medio hay algo, claro). Maravillosa escritora.

Ender dijo...

-Emoticón rojo cómo un tomate-

María Jesús, gracias, tú que me lees con buenos ojos :DDDDDD

Pues hace mil años que no escribo nada, con lo que me gusta.
Tengo muchos escritos por ahí, me gustaría poner algo aquí pero al final, siempre acabo desistiendo, creo que la mayoría representan a alguien que ya no soy y no me parece honesto echar mano de ellos.
Aunque algunos aún están vigentes.

Una de mis vocaciones juveniles, fue ser escritora, junto con ser arqueóloga :DDDD
Bueno y mi primera vocación fue ser astronauta :DDDDDD

ZOLDAR dijo...

La gente está muy mal, ya sé que el marroquí ese no tendría que haber dicho nada a la chica, pero darle una paliza por decirle un "improperio" me parece un poco heavy. En fin, voy a ver si me compro un juego violento para la PlayStation y así me desahogo yo también, que mancharme las manos de sangre me da mucho asco.

Jejeje. 1 besito pequeñaja.

Ender dijo...

Zoldar, parece que más bien era un tema de acumulación de muchos improperios :S

Y ya que estás aquí y eres un chico, una pregunta, por curiosidad, si a tu chica un tío le dijera eso, ¿habría alguna diferencia entre que se lo dijera un español, un congoleño o un noruego?

(se bueno y contesta):D
Besitos

diego dijo...

Para mí lo menos relevante es que fuera un marroquí el que dijera el "piropo", lo que me parece inadmisible es la expresión, ya venga de un noruego, un español o un congoleño. Pero eso no justifica, a mi modo de ver, la reacción de la chica. Creo que si se hubiera enfrentado a él, insultándolo a gritos en la cara, llamándolo de todo, repitiendo la "frasecita" que le había dedicado, de modo que todos los transeúntes la oyeran, el personaje se hubiera achantado y salido corriendo con el rabo entre las piernas. No obstante, entiendo que la reacción de la chica también tiene su justificación, tiene que ser difícil que te digan algo así y no reaccionar con violencia.

ZOLDAR dijo...

La nacionalidad del tipo es lo de menos, pero yo seguro que no habría reaccionado así. Él lo hizo mal al decirle ese "piropo" así que yo pasaría olímpicamente de él, porque pasando de él creo que sería la mejor manera de no llegar a un conflicto mayor. Paso de la violencia. Quizás sí le diría alguna cosa al tipo ese, pero nunca le haría ningún tipo de agresión.

Ender dijo...

Diego!!!!! has vuelto :DDDDD

Bueno, yo creo que una persona que le dice algo así a una mujer, más viniendo de un hombre educado en una cultura dónde el "respeto" por sus mujeres es el que es, la intención es claramente agredir, por qué no me puedo creer que nadie crea que eso es un piropo agradable.
Vaya, que por llamarle de todo, no creo que vaya a cobrar conciencia de que hace algo mal, me parece que hace algo mal, deliberadamente.

Zoldar, pasar olimpicamente, soluciona tu problema, está claro, pasas y te olvidas de todo, pero el tipo este piensa, ves, no pasa nada, puedo decirles lo que quiera, no pasa nada (y no estoy diciendo que por pasar haya de pasar lo que pasó, sólo que a mi modo de ver, lo mejor es decirle algo que le deje claro que está siendo muy desagradable)

suculentas en venta dijo...

Mira que siempre me asquearon esos "piropos"... pero lo de la chica es muchisimo peor.

Odio la violencia.

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