El cielo sobre Barcelona

miércoles, 22 de julio de 2009

Una de las cosas que más mal me supo de mi viaje a Polonia, fue volver sin una foto del detalle de las alambradas que rodeaban Auschwitz.

Las fotos que saqué allí, no eran en absoluto, fotos para alimentar el morbo, o el dolor, o el drama.
Sólo fueron fotos que hice para tratar de comprender algunas cosas.
Y olvidé sacar esa foto, con los nervios, las prisas y el cansancio; una de las fotos que más deseaba sacar, pararme allí y tomarle el puso a la alambrada, sólo para después poder contemplarla detenidamente y tratar de saber de que material se construyen los muros que pueden partir la historia en dos mitades ,o el tiempo, o la humanidad.

No esperaba sacar ya esa foto, y es evidente que esa foto, ya no será tomada, pero a pesar de ello, un día, andando por mi ciudad, con la cámara a cuestas cómo la mejor turista, encontré un pequeño callejón, sucio, abandonado, oscuro y triste, con una alambrada cómo corona.
Estaba alta y mi intención era sacar la foto frontalmente, pero a no ser que me subiese a algo, iba a ser imposible, así que la lancé mirando hacia arriba.
Una vez en casa, me di cuenta de que en la foto, el cielo era lo que predominaba, sobre la oscuridad, sobre la alambrada.

Da igual donde estemos, a que lado de la alambrada, en la ciudad que sea, en la época que sea.
En el mundo, no dejarán de haber injusticias, ni guerras, ni genocidios, ni terrorismo.
Mientras el mundo sea mundo, el conflicto existirá, por qué lo llevamos en nuestros corazones.
Pero me queda la esperanza de saber, que de todas maneras, cuando miras al cielo, más allá de la alambrada, siempre estará el cielo.

4 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Siempre. El cielo y Miguel Hernández, que desde la cárcel escribía"Libre soy, siénteme libre, por amor"

iolanda dijo...

Las alambradas me producen desasosiego,supongo que, mientras sigamos inmersos en nuestros pequeños mundos individuales seguirán fabricándose y destruyéndose.

Creo que, el problema mas grave es, cuando son interiores, dónde mas allá de la mente que las crea no hay ningún cielo azul que les alivie...

besos

angelito dijo...

El cielo es bonito, y más sobre Barcelona, la alambrada....horrible

Ender dijo...

María Jesús, por qué el cielo siempre se asociará a la libertad?

Iolanda, las alambradas son terroríficas, pero como imagen visual tienen una fuerza increíble, es algo horrible que se vuelve bello.
Creo que hay pocas cosas que sean feas en si mismas, muchas veces sólo lo son por lo que representan, y en el terror puede haber belleza.

Y desde luego, las alambradas interiores son más difíciles de romper, te acompañarán allá donde vayas.

Angelito, ahora veo mucho más cielo que antes, y sí es bonito.
La alambrada es triste.

Publicar un comentario

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails
Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.