Déjame entrar (Låt den rätte komma in), Tomas Alfredson

martes, 9 de junio de 2009

Hay una serie de películas que uno ve, que dejan un poso y que con el paso de los días, de las semanas, hace que el recuerdo de esa película se intensifique en vez de desaparecer.
Son pocas, desde luego, pero cuando las encuentras, es un placer descubrir que hay películas que van ganando con el reposar en nuestras mentes y emociones.

Eso me ha pasado a mi con Déjame entrar, película sueca del director Tomas Alfredson, cuyo guión ha sido adaptado para la película por el propio autor de la novela, John Ajvide Lindqvis.

Y es que Déjame entrar, es una película de vampiros que no es una película de vampiros.

Oskar, tiene 12 años, está solo en el mundo, a pesar de tener una madre que está trabajando todo el día y que no se da cuenta de nada y un padre que es alcohólico al que ve poco.
Oskar no tienen amigos y sufre acoso escolar.
Está tan solo que apenas puede creer que haya encontrado una amiga, Eli, que acaba de mudarse al piso de al lado.

Oskar está solo, como solamente un niño puede estar en este mundo, por eso se aferra a Eli, la única persona en su pequeño universo que le presta atención, que lo escucha, que lo conoce.

Es una película dura y fea, que nos habla de los bajos fondos de la capital del país perfecto por antonomasia, ese país tan avanzado, tan civilizado, dónde hay borrachos, maltratadores, y toda clase de indeseables.
Y en su fealdad, en su crudeza es dónde se pueden encontrar las imágenes más delicadas, las más emocionantes, las más tiernas.

Por qué Oskar está solo, tiene miedo y está hambriento de amor, pero sobre todo, tras esa indiferencia, tras la timidez, la rareza, el silencio, está vivo, vivo cómo lo está quién siente demasiado y se tiene que proteger para no sufrir demasiado.
Y junto a Eli, aprende muchas cosas, a abrazar, a besar, a defenderse, a confiar y también aprende a ser cruel.

Déjame entrar es una película terrible, que habla de un mundo terrible, dónde lo menos terrible de todo, es una vampira de 12 años que bebe sangre para alimentarse, que no tiene glamour, que va sucia y huele mal, que ni siquiera es guapa.
Y a pesar de todo, con su amoralidad, es el ser más cálido de todos.
Y encima, al final, les da su merecido a los abusones, de la manera que se le da una lección a uno cuando se es una vampira.


5 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Ya he oído varios comentarios sobre ella y todos, como el tuyo, positivos.

Juan Antonio HERGUERA TORRES dijo...

La parienta prefirió ver la de Lobezno. Pfff...
Y lo que es peor: me tocó ver la de crepusCULO.
Y peor aún: seguro que tendré que ver las 4 de la saga, aunque ya me ha contado el final y me parece una mierda.

¿Merezco un monumento o no?
...Ett hus vid havet...

Ender dijo...

Yo también había oído hablar bien de ella, María José, por eso me animé a verla y por lo de los vampiros, claro :DDDDDD

CHuckyto, que penita me das...mira que llevarte a ver al guapísimo Lobezno, que mala es la parienta ;P
Lo del Culo, es mucho peor, mi más sentido pésame :S

Un monumento no sé si mereces, pero una venganza cinematográfica, seguro que sí ;)

Marc dijo...

Hola Ender!

Quiero saludarte, hacia tiempo que no me pasaba por tu o tus blogs (cuantos tienes!!) veo que siguen con la misma calidad y vitalidad de siempre, enhorabuena!

Abracetes :-)
Marc

Ender dijo...

Uy Marc, estás vivo :DDDDDDDDDD

Salutacions!

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