Correos me da miedo II

jueves, 29 de enero de 2009

Cómo lo prometido es deuda, os voy a contar mi segundo encuentro con la empleada X, que tuvo lugar exactamente 6 días después del primer encuentro.

Esta vez llegué con un aviso para dos paquetes, ambos certificados, ya que mi cartero, que no es el único cartero competente de correos, ha decidico hace ya algún tiempo, que no sólo no trae los paquetes cuando reparte (deja el aviso directamente aunque estemos en casa), sino que tampoco deja un aviso por paquete utilizando la formidable técnica de que cuando lleguen varios paquetes ya dejaré UN aviso para todos ellos.

Nunca pensé que dejar un aviso, sólo un aviso, pudiese ser tan agotador cómo para que tener que juntar varios...

Allí estaba ella, atendiendo, y yo, allí estaba, esperando y pensando:
-Igual no me atiende ella...y si me atiende, no volverá a pasarme lo de la semana pasada, sería muy mala suerte...¿¿¿¿¿no?????

En ese preciso momento, a cuatro números de mi turno, se me acerca un señor, probablemente paquistaní, que lleva rato mirando una carta que tiene en la mano, la mira de cerca, la mira de lejos, le da la vuelta...eso me preocupa un poco, por qué si la gira del revés, esperando entender algo, es que probablemente no entiende ni papa de lo que pone y entonces pasa, se activa el factor Endercitaestoyaquíparaayudarle, es una especie de imán que tengo para la gente, no sé por qué.

Así que el señor de la carta me dice:
-perdona, me puede decir que pone la carta?

Y yo, que soy muy amable, cojo la carta y empiezo a leerla, en estas, que al señor le llaman y empieza a hablar por teléfono, yo esperando a que termine y los turnos que van pasando...al final el señor cuelga y le comento que lo que dice la carta es que cómo no pague el préstamo que pidió lo van a denunciar por la vía judicial, el señor que no entiende nada de lo que le dice y yo que se lo explico del derecho y del revés, hasta que llega mi turno y zas!!! le digo que lo siento, que me toca y me precipito a toda prisa hacia la catástrofe Correística protagonizada por la empleada X y por mi misma.

Presento mi papelito, la empleada X busca y busca y busca y busca, y no, no halla, así que pasa al segundo paquete, ese sí lo encuentra, es una caja grande, así que es fácil de encontrar, pero el otro paquete, nada de nada.

Para intentar ayudar le comento que no es una carta, más que nada por qué lleva 10 minutos largos mirando y remirando en las cubetas de cartas, si no más bien un paquete, pero insiste en eso de que ES una carta auque venga cómo un paquete, conversación que ya tuvimos el otro día y que me resulta incomprensible, por qué insiste en el estatus del envío, CARTA y yo insisto en la apariencia del paquete, PAQUETE, o sea, que además de todo, es corta de entendederas, por qué encima, sigue buscando en la cubeta de las cartas.

Pasados unos minutos, unos cuantos, se va a la fotocopiadora, le saca una fotocopia a mi justificante y me dice:
-Dame tu número de teléfono y ya te llamaremos cuando encontremos el paquete...

La verdad es que yo no doy crédito a lo que oigo, otra vez no, no puede ser que otra vez no encuentre el paquete...
-Perdona, pero el otro día no encontrabas el paquete y al final estaba sobre la mesa tan ricamente, así que no, no me voy, quiero mi paquete ahora.

La empleada X, sorprendida me dice:
-¿Ya viniste el otro día a por este paquete?

-No, el otro día vine a por otro, este es nuevo y está aquí y me lo quiero llevar.

La empleada X no se da por vencida:
-Ya, pero es que tú me has visto buscarlo y no lo encuentro...

-Sí, lo he visto, pero te digo que el paquete está y que sigas buscando, que me lo quiero llevar.

Sí, sé que suena mal, pero yo al menos no chillaba, la estupenda empleada X ya estaba chillando cual marrana el día de la matanza.

Muy a regañadientes, sigue buscando, pero no, no lo encuentra, debe tener algo que ver con el hecho de que siga buscando en las cubetas de cartas, cuando a estas alturas, ya todos sabemos que NO es una carta, sino un paquete...pero la empleada X es más avispada de lo que parece a simple vista, una compañera novata, novata, novata, que pasa por ahí escucha sus palabras cabreadas emitidas por lo bajini y le pregunta que qué le pasa, la empleada X, ultrajada por el hecho de tener que buscar un paquete que según ella es inencontrable, le explica lo sucedido y no sé muy bien cómo, le encasqueta la búsqueda del paquete a la compañera novata. Buena jugada, empleada X!!!

El resultado, sin embargo, no es muy halagador, al cado de 5 minutos la empleada novata, me pide el teléfono para llamarme cuando lo encuentren.

Le repito que no, que no me voy sin el paquete, que hagan el favor de dejar de buscar una carta, que es un paquete.
Ella me dice:
-Es que ya te lo hemos buscado dos personas y no está.

Yo, respirando hondo le digo:
-Pues que me lo busque otra persona, pero yo no me muevo de aquí sin mi PAQUETE.

Parece que surge efecto, la empleada novata recurre al empleado Y, sí, el obstinado, el persistente, el lento pero seguro, ese mismo, y procede a imitar a la empleada X, le encasqueta vilmente la búsqueda del PAQUETE inencontranble.

Por un lado me deprimo, el empleado Y tiene unos cuantos justificantes más en la mano, así que va a tardar un poco, pero por otra parte, el empleado Y, es muy obstinado, igual encuentra el paquete, por qué del único empleado competenete de Correos, ni rastro...así que el empleado Y es mi última esperanza hoy!!!

Pasan los minutos, y el empleado Y va buscando sus paquetes, hasta llegar al mío, y cómo no podía ser de otra manera, el empleado Y, ese, ese, el persistente, el insistente, invierte sus 10 minutos largos en encontrar mi paquete, es cierto que repasa las cubetas de las cartas unas cuantas veces, pero más cierto es aún, que busca muy acertadamente, en el armario de los paquetes, y cómo todos sabemos ya, es un PAQUETE y no una CARTA, así que finalmente, encuentra mi PAQUETE, por otra parte, 10 minutos largos no son nada si lo comparamos con la media hora que debió de tardar el último día que estuve allí.

El empleado Y, que ya está harto de mi paquete, de la empleada X que le chilla a cada momento y de la vida en general según parece por la expresión de su cara, se acerca entre triunfante y asqueado al mostrador, lanza el paquete con fuerza sobre el mostrador y exclama:
-Hala, el paquete de marras!!!!

No hay palabras para describir la sarta de blasfemias que mi delicada boca hubiese soltado en ese momento, pero mi sentido innato de la educación me impidió hacerlo...eso y saber que con el temperamento que tengo, si empiezo lo mismo termino sacando del cuello a alguno de los efectivos empleados de Correos y me tiene que venir a buscar la policía...

Así que mi consejo para todos aquellos que sufren y padecen a Correos, es que tengáis en cuenta que para Correos TODO es una carta, pero que cuando lo que recibes no es una carta (cubeta) o un paquete grueso (armario), puedes tener un problema, ya que he comprobado que el problema que tienen es que al no ver la referencia en el lateral de la caja no lo encuentran, en los dos casos eran paquetes que no eran cajas (sobres de burbujas) y eso, queridos usuarios de Correos, es casi una garantía de que te pidan el teléfono para llamarte cuando encuentren el puto paquete, que seguro está en el armario de certificados, pero que cómo no se ve a la primera, no han sabido encontrar.

Continuará...(o no)

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