Una lágrima tuya
contiene cientos de palabras amargas mías
palabras que debieron ser calladas
o contadas,
en otro lugar
a otra persona
y sin embargo,
todas se derramaron en tu presencia.
Marca el límite de lo tolerable,
de lo que se debe decir,
de lo que se puede escuchar,
de lo correcto,
de lo honesto,
de lo pactado.
Una lágrima tuya,
me devuelve al pasado,
me recuerda quién fui
en quién no me he convertido todavía
y en quién no quiero seguir siendo.
Me susurra silenciosamente
que clase de persona eres tú
y que clase de persona soy yo.
Sin dudarlo
todas y cada una de las veces,
me devuelves una sonrisa
un silencio amable
a pesar de que yo
impotente
con la rabia a flor de piel
apuñale las sonrisas
con palabras y más palabras
que deben ser
calladas
olvidadas
restituidas
trasformadas.
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4 comentarios:
Ponerse en el lugar del otro, qué dificultad!
Como siempre, el texto, bueno. Muy bueno.
Sweet, lo peor es a veces quedarse en el puesto de uno mismo y que también sea difícil, muy difícil.
Gracias por tus palabras.
Besitos
Gracias por el poema, como se titula ojos verdes y yo tengo los ojos verdes... he pensado que era para mi.
No te importa ¿no?
Besitos.
Cómo me va a importar?
Pero no prefieres que te dediquen uno dónde te traten mejor?
Besitos
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