Mapa sonoro

viernes, 20 de febrero de 2009

Cuando tienes un día cómo el de hoy, en el que te levantas con una migraña considerable, con ayuda de un día nublado, del ciclo hormonal y del estrés padecido la tarde anterior, hay una cosa en la que reparas sobre todas las demás; el ruido.

En si mismo, el ruido para un migrañoso es un tema a tener controlado, pero en un día cómo el de hoy, en el que te has de marchar del trabajo por qué no puedes más, por qué estás trabajando casi con los ojos cerrados ya que te molesta la luz, en el que bajas la voz al hablar, por qué hasta tu voz te suena demasiado alta, en un día como este, la vuelta a casa puede ser traumatica.

Bajas a la calle y ha salido el sol, el tráfico suena particularmente agudo, así que tratas de llegar pronto al metro, en la andana, te ves asaltado por el sonido del monitor de tele que no necesitas para nada, dónde ponen una y otra vez el último álbum de los Chichos con colaboraciones excepcionales, que te tiene ya a punto de arrancar la megafonia para que al menos dejen de ponerte los mismos 5 segundos de canción irreconocible.
Al fin llega el metro, te metes dentro y otra megafonia te repite por octavo mes consecutivo que debido a las obras del transbordo de Diagonal tal y cual cosa, a un volumen propio de un campo de fútbol y no de un vagón de metro, es que a nadie le molesta que esté tan innecesariamente alto?????
Después viene el anuncio de la siguiente estación con dosmil enlaces a distintas líneas de metro y de más, que parece no acabar nunca.

Bajas, transbordo, el metro se marcha de la andana haciendo el mismo ruido infernal de siempre, llegas al pasillo y está uno de los muchos musicos aporreando el instrumento de turno, emitiendo puro ruido, por qué no, eso NO es música y pasarán un exámen o lo que sea para que les dejen tocar en el metro, pero muchos de ellos son un castigo divino que se extiende de lado a lado del pasillo persiguiendote con el soniquete descompasado de un acordeón o con el chimpún de una base musical del todo a 100 que sólo se deja de escuchar cuando llegas a la andana del otro metro, dónde te espera una cuña fantástica de TMB dónde te avisan que tengas cuidado con tus cosas por qué el ladrón espera un descuido tuyo para apropiarse de tus cosas, y cómo hoy están generosos, te lo ponen en japonés, en árabe y en castellano, eso sí, a toda castaña, para luego recordarte que el último trabajo de los Chichos ya está a la venta y tal y Pascual...

Llega el metro, te metes dentro y de nuevo, una megafonía te avisa de la próxima parada, a toda potencia, por si los transeuntes que circulan por la calle también quieren enterarse y entre estación y estación te recuerdan que en tal línea han puesto en modo de pruebas el nuevo sistema de anuncio de estaciones.

Llegas a tu parada, de nuevo el metro abandona la andana con un ruido de mil demonios, subes a la calle, andas un poco y al fin llegas a tu casa, cierras las cortinas y te metes en la cama.

Y yo, cómo soy una privilegiada, vivo en una calle silenciosa, así, que al menos, aunque sea de día, y viva en una ciudad super ruidosa con un montón de campañas estúpidas, ineficaces y sobre todo hipócritas para controlar el ruido, voy a poder dormir hasta que esta migraña infernal decida darme una tregua.

Adoro Barcelona.


5 comentarios:

sweetjane dijo...

De migrañosa a migrañosa: tienes mi comprensión y solidaridad.
Compramos una casa en una calle peatonal, en parte, por el silencio y la tranquilidad.
Una vez instalados descubrí que la ordenanza municipal de ruidos y vibraciones sirve para todo el mundo excepto para la empresa que tiene su sede frente a mi casa.
Sus aires acondicionados (nótese el ruidoso y vibrante plural) nos amenizan las noches veraniegas.
El sonómetro es mi mejor amigo cuando viene la policía a tomar nota de otra denuncia.

Besos silenciosos y con la mínima presión, Endercita.

Canela dijo...

Puf Ender, lo he pasado mal hasta yo al leerte. Antes la padecí durante muchíiiiiiiiisimo tiempo, pero hace años se cruzó en mi camino el que ahora es mi homeópata de cabecera y me las hizo desaparecer en un mes... nunca se lo agradeceré bastante. ¿No has probado?

Bso.

diego dijo...

Ender, se te ha olvidado lo de entrar a un bar a tomarte una birra y ver que hay un televisor encendido emitiendo a 200 decibelios un programa hortera que no mira nadie. Pero lo peor, lo peor...lo de los Chichos.

Recuerdo hace años que pasé cinco días en los Pirineos, perdido en una tienda de campaña. Cuando bajé, lo primero que hice fue entrar en el primer bar del primer pueblo que encontré. Había poca gente hablando a un volumen normal. Pero mis oídos se habían acostumbrado tanto al silencio que ya no podían soportar el ruido normal del bar y, después de beberme dos cañas (que una cosa es el ruido y otra el vicio) me volví a subir buscando los ibones que acababa de dejar. Y aún no sé si he vuelto a bajar a la "civilización"

Ender dijo...

Sweet, yo vivo en una calle peatonal, gracias a eso problemas de ruido sólo tuvimos con la casa okupa que teníamos justo delante y que más de una vez hubiésemos quemado...

Supongo que a pesar de las denuncias no pasa nada, no?

Canela, yo he tenido un tipo de migraña muy agresiva y difícil de curar, pero con años de terapia, natural, por supuesto, en manos de mi homeópata, las he curado. Esto de ayer me pasa una vez cada 4 o 5 meses, siempre que haya causas excepcionales, cómo ha sido el caso.
Desde que tengo uso de razón me ha dolido la cabeza, estoy muy agradecida de poder decir que mis migrañas son cómo mucho una vez al mes, en vez de una al día, supongo, que con los años, hasta eso mejorará, cuando aprenda a relajarme mejor :D

Diego, si con migraña tengo narices de tomarme una cerveza, fijo acabo ingresada :DDDDDD el alcohol es uno de los peores enemigos de la migraña, pero lo de la tele también lo he sufrido, lo peor del caso es que me molesta y encima me distrae un montón.

No hay nada cómo el silencio, pero vivimos en un país de mucho ruido, con cultura de jaleo a cualquier hora y poco respeto por el descanso ajeno.

Marc dijo...

jajaja... me parto como lo cuentas... casi siento el ruido amplificado :-)

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