Soñé con Auschwitz

domingo, 8 de febrero de 2009

Soñé contigo,
pequeña del vestido verde,

la otra noche.

Soñé que atormentabas a mis conocidos buscando sus palabras,
su aliento,
su atención.

Soñé que vagabas por los pasillos de las casas,
de una ciudad tan lejana y desconocida cómo la mía.

Durante tantas noches,
te apareciste a tantas personas,
pidiendo un poco de compasión,
tus ropas descompuestas,
tu carne macilenta,
tu cuerpo roto,
atravesando los prados de tu campo,
de tu hogar,
de tu tumba.

Durante tantas noches
tus aullidos fueron la melodía,
tus lamentos el texto,
de una canción escrita con huesos y cenizas.

Y al final,
pude verte,
durante la noche,
con tu vestido verde,
antiguo,
elegante,
apenas una niña con apariencia de señorita,
me llamabas a través del prado,
justo al lado del lago,
me llamabas con tu dulce voz infantil en un idioma que no pude entender,
hacías señas con tus pequeñas y pálidas manos,
me pedías que me acercara.

Sé que sólo eres un eco,
un recuerdo que me llevé adherido a mis ropas mientras arrastré los pies por tan aciagas tierras,
sé que sólo eres un residuo en el devenir del tiempo,
sé que tu cuerpo yace enterrado en ese campo del que tratas de huir,
tu alma encadenada a ese vestido verde,
sólo esperas que alguien pueda oírte,
que alguien pueda verte,
y liberarte.

Durante la noche,
pude verte,
con el pelo rubio,
largo, alborotado,
cómo un espectro,
brillaba a tu alrededor una luz cegadora
y me pedías con tus manos que me acercara,
Tal vez para despedirte?
Tal vez para contarme tu historia?
Tal vez para susurrarme palabras desde el infierno?

Tu cuerpo roto me da miedo,
tu vestido verde apenas puede recomponer el cuerpo que tuviste en vida,
tu pelo rubio, arrancado nada más llegar,
yace a tus pies,
formando un círculo a tu alrededor
y me das miedo,
tu mortalidad,
me da miedo,
tu sufrimiento,
me da miedo.

Durante la noche,
te marchaste,
sé que lo hiciste,
sé que no te despediste de nadie más que de mi,
con tu vestido verde nuevo,
tu pelo rubio ondeando al viento,
debajo de los árboles más bellos,
rodeada de esa luz cegadora,
me decías adiós con la mano.

Descansa en paz,
querida niña que no pudiste ser,
con tu vestido verde de señorita,
con tu pelo rubio,
con tu belleza por estrenar,
descansa en paz,
tus gritos no quedarán en el vacío,
tus lamentos serán oídos,
tu historia contada.


Auschwitz-Birkenau, las célebres vías de los trenes de la muerte.
Tan sólo unos metros más allá se decidía quién moría y quién iba a ser despojado de toda humanidad trabajando en el campo más famoso de todo el territorio perteneciente a la Alemania del tercer Reich.


5 comentarios:

Marc dijo...

Me gusta la foto que has puesto del buda, impactante.
Qué poema te has sacado de la manga! Sobre este tema de los campos de concentración siempre me pone la piel de gallina, supongo que estuviste en Auschwitz, no? Esta foto parece de ahí...

Has visto el pianista?

Ender dijo...

Sí, he estado en Auswitch,
pero lo que me da más miedo es que a los dos minutos de haber publicado el escrito hay 24 personas en línea, a ver,
5 españoles,
1 portugés,
2 de Uk,
1 francés,
1 de Canadá,
2 noruegos,
1 de Uruguay,
1 brasileño,
2 mejicanos,
1 griego,
2 belgas,
1 polaco-este serás tú :)
1 finlandés,
1 norteamericano,
1 sueco,
y cómo no,
1 israelí.

Es algo que tenía en mente escribir desde que estuve por tus tierras (de momento), pero no esperaba esta reacción!!!!

La foto es justo de dónde dice que es, bueno, de Birkenau ;)

Sí, he visto el Pianista, he visto mucho cine sobre este tema, estaba escrito que debía ir a ese campo a ver si entendía algo...

Cristina dijo...

Qué casualidad, Endercita,...estaba pensando en La Lista de Schindler hace un momento. Me ha gustado cómo te expresas en el poema.

Es un episodio muy negro de la Historia.

Besos!!!.

Ana. dijo...

Dan escalofríos de leerte! Yo creo que no me atrevo a ir, precisamente lo hablábamos el otro día en casa... me da mucho miedo, creo que me sentiría fatal...

Ender dijo...

Pues sí Haw, que casualidad :)

Ana, yo me lo pensé mucho, mucho, antes de ir, la idea no fue mía, yo tenía miedo de que fuese demasiado duro, pero lo cierto es que se trata de una experiencia bastanta soportable, si vas con guía, se esfuerzan mucho en que sea una visita lo más pedagógica posible.

Otro tema, es el impacto que puedan tener determinadas imágenes sobre ti, eso ya es más complicado.
Hay partes duras de ver, pero siempre te las puedes saltar.

Yo pensé que sería algo más, no sé, físico, realmente creía que me pondría mala nada más llegar, pero llegué muy mentalizada en que iba a estar bie y la cosa salió bien.

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